COSMOLOGIA DEL PAGANISMO

La cosmología es uno de los puntos de encuentro entre varias religiones neopaganas.

Hablando de la creación en el ámbito pagano, emerge el hecho que la diferencia de cuanto viene en los cultos judíos y cristianos, la creación no tiene un unicio preciso para poder parar una vuelta completamente, pero en realidad no está conclusa, porque la creación es un acto, hecho constantemente y perennemente en el universo. La creación pagana, por tanto, corresponde a un proceso de desarrollo natural, cambio, mutación y evolución de la existencia, este proceso es causado por un dios, pero no originado, porque es un mecanismo derivado de la emancipación misma de la divinidad en el mundo, y su manifestación.

El motor que causa el nacimiento, el crecimiento y la muerte de las cosas o bien los eternos ciclos de la vida, es el espíritu divino mismo, permanente en el cosmos. Son las divinidades que están en el universo, las que lo plasman, modelan y modifican, dando la vida. Los dioses son conceptos junto a las fuerzas creadas que hacen que la materia se agregue y forme todas las cosas que existen en la naturaleza, son perceptibles en el mundo que el hombre habita.

La fuerza creativa se identifica, en esta óptica, con la naturaleza misma, el vehículo a través del cual se cumple el misterio divino de la vida, caracterizada por el eterno movimiento cíclico, en la cual las fuerzas místicas se reforman, renuevan y reencarnan continuamente.

Aunque la visión de la wicca es muy similar, enfonda sus propias raíces en el dualismo: el principio que emana del cosmos y anima la creación no es la única, son dos. El Dios y la Diosa, encarnados en el principio masculinos y femenino, personifican las dos fuerzas cósmicas cuya alternancia —en eterno intercambio la una con la otra— dan origen a la existencia y son base de todas las cosas. En esta óptica de unión mística, las relaciones sexuales entre hombre y mujer son sagradas porque respetan el proceso infinito de manifestación de la divinidad en el mundo.
Yggdrasil, el árbol cósmico, energía divina activa que invade todo el universo
Yggdrasil, el árbol cósmico, energía divina activa que invade todo el universo

Aunque la cosmología del paganismo intenta dar una explicación a eso que existe antes del origen de todo: antes de la creación estaba el caos, llamado de diferentes formas según las religiones, en el caos estba presente una identidad primordial inactiva y eterna, la divinidad.

La creación tuvo inicio cuando la divinidad pasó de un estado de inactividad a otro, que se manifestó como una luz en la oscuridad infinita, energía cósmica.

Esta enegía no creó, en el sentido literal del término, pero comenzó a poner en orden al interior del caos, comenzó a determinar: su espíritu, dar forma a la materia inanimada y sinn dar forma, dándole armonía, ordenándola.

Esto del espíritu divino es un concepto que es en muchos cultos paganos: el término espíritu viene del paganismo romano.

En el kemetismo eso es llamado Maat, la ley universal que regula el cosmos; en el dodecateísmo es el anangke; en el odinismo puede ser identificado con Yggdrasil, el árbol mágico cuyas raíces preservan el mundo, concepto que es paralelamente encontrado en el eslavismo. Las raíces son alusiones a la energía vital que invade todas las cosas, manifestada en sus diversos aspectos, la divinidad, la multiplicidad de lo creado. El espíritu es un elemento que presenta paralelismos con las religiones orientales aunque hubiera sido enseñado de una energía estrechamente ligada a la divinidad que invade el universo. Y eso que es llamado Ki (en las religiones chinas) o bien prana (en el hinduismo).

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