ZOROASTRISMO

En los orígenes, el zoroastrismo se presenta como una reforma de la religión practicada por tribus de lengua iraní que se instalaron en Turquestán occidental entre el II y el I milenio a.C. Estas tribus estaban estrechamente ligadas con los indoarios, los cuales aportaron el sánscrito y todas sus lenguas derivadas en la India del Norte, a partir del año 1700 a. C. Estos pueblos constituyen la familia indo-ario.

La comparación del zoroastrismo con la religión india es útil para comprender su nacimiento. Estas dos religiones tenían un dios llamado Mitra por los indios y Mithra por los iranios (la th se pronuncia como en inglés), que significan el sol o el dios sol.

Evolucionó de manera muy divergente en estos dos pueblos. Entre los indios, según François Cornillot, espécialista del Rig-Veda y del Avesta, el Mitra original se escindió en tres dioses, Mitra, Aryaman y Varuna. Entre los iranios, este dios guardó en cambio su unidad. Dios soberano, era el hijo de Ahura Mazda, que parece haber sido el Cielo.

Los zoroástricos se esforzaron por eliminar el culto de Mithra en provecho del de Ahura Mazda, justificando el nombre de mazdeísmo dado a veces a su religión. La Persia antigua, bajo la dinastía de los aqueménidas, no era verdaderamente mazdeista: veneraba tanto a Mithra como Ahura Mazda. Los griegos consideraban a este último como equivalente a Zeus, su dios celeste.

Según Herodoto (I, 131), la costumbre de los persas <>. Herodoto en Los nueve libros de la historia incluye una descripción de la sociedad iraní, que posee algunos elementos reconocibles del zoroastrismo, incluida la exposición de los muertos. Según Herodoto, (I-101), los magos eran una de las seis tribus de la Media. Parecen ser la casta sacerdotal de la hoy conocida como zurvanismo, rama del zoroastrismo que tenía una gran influencia en la corte de los emperadores medos.

En cuanto a Mithra, estaba estrechamente emparentado con Sol.

Hay que observar que el término ahura era también conocido por los indios, que lo pronunciaban asura. Son los iranios quienes transformaron la s original en una h. En los pasajes más antiguos del Rig-Veda, la palabra asura representa al Ser supremo, como entre los iranios. Más tarde, cambiando de sentido, se aplicó a los antidioses, a los demonios.

El culto de *sauma era común de los indios y de los iranios. Este término se convirtió en soma entre los primeros y en haoma por los segundos. En sentido propio, esta palabra designaba una planta, la efedra, que se utilizaba para preparar una bebida alucinógena. Pensando que les permitía a los dioses conservar su inmortalidad, se la ofrecían en sus sacrificios. Los propios participantes la bebían y accedían al mundo divino, a una inmortalidad provisional. En una lengua iraní hablada al este de Afganistán, el wakhí, el efedra es llamado yimïk, termino proveniente de *haumaka. Según el Rig-Veda, el elemento de base del soma es una seta, una sustitución que se explica por el hecho de que en la India, no hay efedra.

En el actual Turkmenistán meridional (antigua Margiana), el arqueólogo ruso Viktor Sarianidi buscó las ruinas de un edificio llamado Togolok-21. Se trataba de un templo donde se practicaba el culto del fuego y donde preparaba el haoma. Este edificio formaba parte de una cultura, la bactro-margiana (Margu), fechada del 2200 al 1700 a. C., que se extendía al este hasta la Bactriana, a lo largo del curso del Amu-Daria.

Sobre todo el territorio de esta cultura, se encuentran amuletos con representaciones de lucha entre serpientes y dragones que tenían una actitud claramente agresiva, con ojos enormes y una boca grande abierta. Era una representación primitiva de la lucha entre la luz y las tinieblas, entre la vida y la muerte, que caracterizaba la religión indo-iraní y que el zoroastrismo conservaría.

Parece que la cultura bactro-margiana hubiera sido más bien indo-aria. También contenía un substrato cultural no indoeuropeo difícil de concretar, como lo prueba el mismo hecho de la construcción de los templos: los verdaderos indo-iranios prefirieron mucho tiempo los santuarios al aire libre.

Siguiendo la unificación de los imperios Persa y Medio en 550 a. C., Ciro II y más tarde su hijo Cambises II redujeron el poder de los magi. En 522, los magi se rebelaron y reclamaron el trono a través de una persona. El usurpador, pretendiendo ser el hijo menor de Ciro, Esmerdis, llegó al poder poco después.

El pseudo-Esmerdis (de nombre real Gautama), gobernó durante siete meses, antes de ser destronado por Darío I en 521. Los magi, aunque perseguidos, continuaron existiendo, y un año tras la muerte del pseudo-Esmerdis; un segundo pseudo-Esmerdis (de nombre Vahyazdāta) intentó un golpe de estado, que fracasó.

La cuestión de si Ciro II era zoroastrista está sujeta a debate. En cualquier caso le influenció hasta el punto de no imponer una religión en Persia y permitir a los judíos cautivos volver a Canaan cuando los persas tomaron Babilonia en 539. Se desconoce si Darío I, aunque ciertamente devoto de Ahura Mazda, era un seguidor de las enseñanzas de Zoroastro.

Darío I y sus sucesores mostraron su devoción a Ahura Mazda en inscripciones, permitiendo a las religiones coexistir. Fue durante el período aqueménida cuando el zoroastrismo adquirió peso, y varios textos zoroastristas (que hoy son parte del compendio del Avesta) son atribuidos a este período, aunque probablemente en esta época permanecían en forma de relato oral.

En los últimos momentos de esa dinastía, comienzan a integrarse divinidades y conceptos divinos de las religiones proto-indo-iraníes entre los seguidores del zoroastrismo, hasta establecerse un culto a ellos en el calendario religioso. Sin embargo, dichos elementos son ajenos a la religión del zoroastrismo.

Casi nada se sabe del estatus del zoroastrismo bajo los imperios seléucida y partos, que gobernaron Persia tras la invasión de Alejandro Magno en 330.

Una forma de zoroastrismo fue aparentemente la religión principal en la Armenia pre-cristiana, o al menos fue prominente allí. Los persas hicieron intentos de promover la religión allí.

Con anterioridad al siglo XI, el zoroastrismo había llegado al norte de China a través de la Ruta de la Seda, obteniendo estatus oficial en algunas zonas de China. Ruinas de templos zoroastristas han sido encontrados en Kaifeng y Zhenjiang, y según algunos intelectuales permanecieron hasta 1130. En cualquier caso, la influencia del zoroastrismo puede apreciarse en el budismo, especialmente en el simbolismo de la luz.

En el siglo VII, la dinastía sasánida fue derrocada por los árabes. Aunque algunos de los últimos gobernantes habían perseguido el culto zoroastrista, inicialmente los zoroastristas fueron incluidos como Gente del Libro y se había permitido su práctica libremente. La conversión de las masas al Islam no era deseada ni permitida, según la Ley Islámica. Hubo un lento pero permanente movimiento de población en Persia hacia el Islam. La nobleza y las personas de la ciudad fueron los primeros en convertirse. El Islam se extendió más lentamente entre los campesinos. Muchos zoroastristas se marcharon, entre ellos varios grupos que se establecieron en la India, donde se les aceptaba. A estos se les llama parsis y son más de cien mil. En los siglos siguientes el zoroastrismo volvió gradualmente a su forma original monoteísta, sin elementos politeístas.

La religión que sucedió al Zoroastrismo en Persia estuvo marcadamente influida por éste. Cuando los sacerdotes iranios trataron de derribar las enseñanzas de Zoroastro, resucitaron la antigua adoración de Mitra, y el mitraísmo se difundió a lo largo y a lo ancho del Levante y de otras regiones mediterráneas, siendo durante cierto tiempo contemporaneo tanto del judaísmo como del cristianismo.

El número de zoroastristas se ha reducido significativamente en los últimos siglos, pero la religión continúa viva y dinámica. La mayor parte de seguidores de esta religión se encuentra en la India e Irán. También hay unos 10.000 parsis en Paquistán y unos 2.500 parsis en Sri Lanka. Son una comunidad muy próspera dedicada al comercio,a la administración y a las profesiones liberales,pero su numero es cada vez menor. Existe un buen número de asociaciones en varias partes del mundo.

Relación con otras religiones y culturas
El zoroastrismo posee una importancia única en la historia de las religiones a causa de sus enlaces con las tradiciones occidental abrahámica y oriental dhármica.

Las enseñanzas de Zoroastro llegaron a dejar su huella sucesivamente sobre tres grandes religiones: el judaísmo y el cristianismo y a través de ellos, el Islam. Ejemplos de estas huellas dejadas son los ángeles, arcángeles, etcétera, al igual que la personificación del mal en la efigie de la serpiente y la oscuridad y de dios en la luz.

Algunos estudiosos (Boyce, 1987; Black and Rowley, 1987; Duchesne-Guillemin, 1988) creen que un buen número de elementos de la escatología, soteriología, angeología y demonología del judaísmo, una influencia clave en el cristianismo, tiene su origen en el zoroastrismo, y fue transferida al judaísmo durante la cautividad babilónica y la era persa. Con todo, existen diferencias en los sistemas de creencia. La primera referencia a dicha influencia se encuentra en Isaías 45:5-7.

Según Mary Boyce, el zoroastrismo es la más antigua de todas las religiones de credo reveladas, y ha tenido probablemente más influencia, directa o indirectamente, que cualquier otro culto individual". (Boyce, 1979, p. 1). El zoroastrismo ha sido propuesto como la fuente de los aspectos post-Torah más importantes del pensamiento religioso judío, que emergió durante la cautividad babilónica.

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