CUÁNTICA, MÍSTICA Y CAMPOS MENTALES

CUÁNTICA, MÍSTICA Y CAMPOS MENTALES

Miguel Paz Bonells

“Las partículas materiales aisladas son abstracciones, ya que sus propiedades sólo son definibles y observables mediante su interacción con otros sistemas”.

Niels Bohr (1934)

“[Para el budista] el mundo externo y su mundo interior son sólo dos lados de la misma tela, en la cual los hilos de todas las fuerzas y de todos los acontecimientos, de todas las formas de consciencia y de sus objetos, están entretejidos en una red inseparable de relaciones interminables y recíprocamente condicionadas”.

“Estas palabras de Govinda destacan otra característica que tiene fundamental importancia tanto en la física moderna como en el misticismo oriental: la universal conexión recíproca de la naturaleza incluye siempre y de manera esencial al observador humano y a su consciencia. En la teoría cuántica los «objetos» observados sólo se pueden entender en función de la interacción entre los procesos de preparación y medición, y el término de esta cadena de procesos se encuentra siempre en la consciencia del observador humano. La característica más importante de la teoría cuántica es que el observador humano no sólo es necesario para observar las propiedades de un objeto, sino que es necesario incluso para definir tales propiedades”.

Fritjof Capra



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Mucho antes de que se desarrollara, en los albores del Siglo XX, la Teoría de los Cuanta, ya los místicos sabían que eso que denominamos “la realidad”, no sólo está muy lejos de ser como la percibimos con nuestros sentidos ordinarios, sino que su determinación implica lo que podríamos denominar un proceso de cocreación…

Cuando decimos los místicos, queremos significar una categoría de seres humanos que han aprendido a experienciar el espacio interno, buscando eso que es Dios a su manera, buceando en su propia interioridad; eso que es Dios se expresa a través de la Conciencia del Universo, Conciencia que - a su vez - se expresa en nosotros y en todos los seres vivientes… por cierto las partículas subatómicas y los átomos son parte fundamental para que esa vida, y la mente evolutiva subyacente que registra esa vida, puedan existir y desarrollarse en los mundos, cuando logran medios apropiados, como el cerebro humano, para expresarse (la hominización según Teilhard de Chardin) … y como parte de esa vida, los átomos, agrupados, retroalimentan, a su vez, la Conciencia del Universo en la interioridad del alma humana, permitiéndole experimentar Algo que los místicos denominan la Unidad, la Totalidad.

Los dogmáticos que utilizaron la noción de Dios para dominar, nos separaron de esa gran realidad que es la Conciencia subyacente en la vida; por lo menos bloquearon esa posibilidad, vendiéndonos en su lugar un universo “creado de la nada” y ya terminado… y un Dios distinto al Ser más profundo del hombre, separado de nosotros; también los científicos del establecimiento lo han hecho, a su vez, en el sentido contrario… el resultado está a la vista: que el ser humano común y corriente se debate en una especie de aislamiento, que lo ha hecho centrarse en la mente y el pensamiento, lo cual agrava aún más su falsa percepción de separatidad a través del proceso existencial… y como a más separatidad, más conflicto, más egoísmo, el conjunto social se halla gravemente perturbado, no sólo en lo que respecta a lo humano, sino también en lo que atañe al entorno ecológico; la mente no puede comprender la Totalidad; el pensamiento, como tal, no puede vivenciar la Unidad; el verdadero místico lo logra, por lo tanto, en el más profundo silencio de la mente, en tránsito hacia la no-mente, como lo afirma Osho.

Ciertos experimentos propuestos por los físicos que estudian el micromundo a la luz de la teoría de los cuanta, tienden a demostrar que la conciencia humana o ESENCIA, participa, de alguna manera, en la determinación de eso que denominamos “la realidad”.

Jane Roberts, la dama estadounidense que canalizó a una Entidad que se autopresentó como Seth, publicó un libro denominado “Habla Seth” (Editorial Luciérnaga, Barcelona, 1998), en el cual la Entidad afirma que la realidad física es multidimensional y que existen coincidencias entre las dimensiones superiores y la nuestra, que contienen ciertos puntos comunes que denomina “puntos de doble realidad”. Por nuestra parte

ya manejábamos esos puntos como elementos dentro de una hipótesis que denominamos “La Paranormalidad en Diagramas de Venn” (consultarla en esta misma Página), pero habíamos visualizado dichos puntos como existiendo dentro de una especie de intersección… Seth discrimina entre “Puntos de Coordenadas Principales, matemáticamente puros” y “Puntos Subordinados”, todos portadores de un gran potencial energético… pero su referencia a ciertos “Puntos de Coordenadas absolutas que interceptan todas las realidades”, nos ha parecido de lo más interesante, no sólo porque amplía lo que habíamos imaginado, de una manera muy elemental, dentro de un intento de “explicar” al menos ciertos fenómenos paranormales, utilizando la figura de una perturbación entre diferentes “niveles de realidad”, sino porque refiere nuestro mundo de tres dimensiones geométricas como una cocreación, lo cual implica aspectos de la relación entre el pensamiento/la conciencia y la realidad, vista como una macro ordenación del conjunto de las partículas que integran el micromundo de la Física Cuántica.

Dentro de nuestra hipótesis eso que es la realidad en cuanto “un mundo”, aceptando la proposición que Wheeler denominó “Universo Participatorio”, sería el producto o podría representarse mediante la intersección de tres conjuntos cuyos elementos funcionan perfectamente integrados en lo que podríamos llamar el proceso de cocreación: EL CONSCIENTE, EL INCONSCIENTE Y LO REAL, conteniendo LO REAL un Universo de partículas, o de concentraciones de energía que se perciben como partículas, mientras los dos conjuntos restantes constituirían factores de energía determinante, del lado del siquismo.

Es bueno señalar, de paso, que la existencia real de esas partículas determinadas por la ciencia ya ha sido implícitamente cuestionada, entre otras, por la teoría de Supercuerdas, pero nos queremos referir, por ahora, a la posible relación o interacción entre la conciencia humana y ese mundo de lo infinitamente pequeño, objeto de la Teoría de los Cuanta, desde el punto de vista de un posible proceso de cocreación de la “realidad” por parte del hombre, en el cual la mente y la conciencia jugarían un importante papel protagónico.

Nos parece interesante – de paso – que para Seth, el factor emocional representa un componente altamente determinante, junto con la mente y la Conciencia, dentro de este proceso de cocreación. Después de referirse a los mencionados puntos, Seth inicia un ejercicio de imaginación, en el cual compara la creación del lenguaje con la creación de “realidad” física, afirmando que, así como la información que las palabras trasmiten no son atributo de las letras, los objetos físicos son también símbolos que representan una realidad cuyo significado trasmiten los objetos. Dicho de otra manera, “la verdadera información no está en los objetos, al igual que el pensamiento tampoco está en las letras ni en las palabras: así como estas últimas son un medio de expresión, los objetos físicos también lo son, pero en un medio diferente”… Seth insiste en ello apelando al hecho contundente de nuestro desconocimiento en relación a cómo operan los mecanismos de la percepción y del lenguaje, ya que ignoramos a nivel consciente cómo pensamos y de qué manera las ideas se convierten en palabras. “Si los mecanismos del habla normal os son tampoco conocidos a nivel consciente – agrega – no resulta sorprendente que seáis igualmente inconscientes de otras tareas mucho más complicadas que también realizáis, tales como la constante creación de vuestro entorno físico como método de comunicación y expresión: sólo desde ese punto de vista se puede entender la verdadera naturaleza de la materia física”.

Revisemos ahora la misma idea pero en los labios de un físico de altas energías, M. Y. Han, catedrático de la Universidad de Duke, donde demostró que sus enseñanzas pueden ser un puente sobre el gap que existe entre las complicadas teorías de las partículas fundamentales y los conceptos de la Física.

En “La Vida Secreta de los Cuantos” (McGraw Hill de España, 1992), Han, hablando de los átomos en cuanto componentes básicos del universo, juega también con la reveladora analogía entre el lenguaje y la materia.

Los átomos se combinan para formar moléculas – explica –, algunas de las cuales contienen solamente unos pocos átomos, como las de oxígeno, agua o nitrógeno, mientras que otras, como las llamadas polímeros, corresponden a tiras de unos cien átomos cada una… otras, por su parte, contienen decenas de miles de átomos, como ocurre en los genes DNA: en algún momento durante la formación de los dos ramales enrollados en forma de doble hélice, a partir de unos compuestos inanimados de nitrógeno llamados bases, surge la vida dentro de un conglomerado de moléculas. Otras moléculas forman cristales, líquidos y sólidos, los cuales, a su vez, forman rocas, océanos y la tierra.

Y a continuación afirma: los átomos son para el universo lo que las letras de un alfabeto son para un idioma, digamos el inglés. Las letras se combinan para formar palabras, que equivaldrían a las “moléculas” de la lengua inglesa. Algunas palabras contienen sólo algunas letras, por ejemplo “it” que en la analogía vendría a ser como una molécula de dos átomos, mientras que otras palabras contienen hasta 27 letras… las palabras forman sentencias, párrafos y capítulos, los cuales, a su vez, forman libros, bibliotecas, etc. Ni siquiera un libro sobre alta tecnología puede escapar a este proceso de formación!

Pero Seth va un poco más allá en la analogía, cuando afirma que la información que contiene todo libro es invisible. “En cuanto libro es sólo tinta y papel, pero es un portador de información, aunque, básicamente hablando, cada uno de vosotros crea el libro que tiene en sus manos, así como la totalidad de vuestro entorno físico brota tan naturalmente de vuestra mente interna, como brotan las palabras de vuestros labios: el hombre forma los objetos físicos tan inconsciente y automáticamente como produce su respiración”.

El Dr. John Gribbin, de Cambridge, ex redactor de la revista Nature, cierra el círculo que se inicia en el cristal para resultar en la molécula viviente, cuando afirma que La teoría cuántica no está restringida al mundo de la física, ni siquiera al mundo de las ciencias naturales, pues toda la química se entiende hoy en términos de las leyes fundamentales cuánticas, y la química es la ciencia de las moléculas más que de los átomos individuales, por lo que incluye a las moléculas más importantes para la vida humana: las moléculas vivientes…

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Finalmente vamos a transcribir un interesantísimo experimento adelantado por el Departamento de “Ingeniería de Anomalías” de la Universidad de Princeton, que tiende a demostrar la posible existencia de una especie de “Campo” correlacionable con la mente colectiva, que ellos han dado en denominar “campo de Conciencia Global”.

Científicos de esta Universidad, después de comprobar todos sus datos para descartar errores de interpretación, se han atrevido a declarar públicamente que podría existir algo parecido a una conciencia planetaria incipiente (cabría mejor el término mente global). Sus investigaciones parecen demostrar que determinados sucesos capaces de producir reacciones emocionales intensas en un gran número de personas, desencadenan un fenómeno con características de coherencia y resonancia psíquicas que tiene efectos objetivos, detectables y mensurables.

Quisiéramos añadir, para extender en algo las hipótesis que se manejan, asociando estas características con el golpe de estado mediático del 11 de Abril de 2002 en Venezuela, ya que el mismo tal vez fue posible debido a que los dueños de prácticamente la totalidad de los medios de comunicación, tanto los de prensa como los de la televisión, pero fundamentalmente los de la televisión, se encartelaron y, utilizando técnicas de guerra psicológica intensa, arengaron y virtualmente hipnotizaron la masa humana que ellos mismos lanzaron sobre el Palacio Presidencial, con los resultados conocidos. La intervención, evidentemente estudiada, de los locutores – tanto de los políticos como los profesionales – que actuaron sincronizada y simultáneamente, aumentaron la violencia de su arenga hasta lograr que ese material disponible, representado por la masa humana en la calle, alcanzara su destino. Pero intentemos aplicar los términos Coherencia y Resonancia a la “conciencia humana”, como tal vez dirían, insistiendo en el nombre, los estudiosos de Princeton:

* Coherencia: Tenemos que tomar prestada de la física la definición del término, para extrapolarlo, a través de un enfoque del psiquismo como onda. Digamos que dos ondas son coherentes cuando sus máximos y mínimos coinciden en el tiempo… lo más importante de este hecho se traduce en que las coincidencias resultan en una sumatoria de intensidades. Como la ciencia desconoce actualmente la verdadera naturaleza de los campos de energía relacionables con el psiquismo, es prudente no especular como si se tratara de campos electromagnéticos, por ejemplo.



* Resonancia: De hecho es pedagógicamente más fácil explicar la resonancia en términos propios del psiquismo, porque la resonancia es un efecto comprobado, no sólo en la electrónica y la mecánica sino –indirectamente– en la psicología misma, al menos en lo que respecta a ciertas respuestas de la mente, como en los casos de la llamada "afinidad" entre personas. Desde el punto de vista físico, se trata de la respuesta en forma de vibraciones de gran amplitud de un objeto o sistema cuando se le aplican impulsos cuya longitud de onda se acerca a su frecuencia natural pero, volviendo a la mente, es importante tener en cuenta que su frecuencia "natural" (determinada por su estado psicológico) puede ser inducida a través de imágenes y discursos cuidadosamente estudiados y repetidos: una vez que la "idea" ha sido inducida y "aceptada", la mente comenzará a responder de una manera automática.



La Universidad de Princeton viene adelantando, desde los años noventa, un proyecto de investigación que ha denominado "Proyecto de Conciencia Global" o GCP en Inglés, que parte de la hipótesis de que los límites de la mente humana no han sido aún definidos por la ciencia, sugiriendo la posibilidad de que exista una especie de campo de energía que permitiría la disposición de “mutuos enlaces comunicacionales directos” y que “la intencionalidad humana podría tener efectos en el mundo sin considerar ninguna barrera de separación física”. Esto implica, según lo declaran los investigadores, la evidencia de que existen correlaciones que la ciencia no está en capacidad de explicar. “La conciencia -sostienen- puede, a veces, aparentemente generar algo que, por lo menos metafóricamente, se parece a un campo no local de información significativa”.

En nuestra opinión no se debería hablar de conciencia sino de mente, ya que según la generalidad de los textos que tratan la materia, la conciencia se relaciona con

* El estado de vigilia (el “consciente” de los psicólogos) que nos permite percibir el entorno y la propia subjetividad
* Una facultad inherente al desarrollo del conocimiento, que faculta al sujeto para percibir la realidad en profundidad, situándolo en perspectivas de reflexión y valoración moral, etc.
* El verdadero perceptor, cualidad íntima del espíritu humano para reconocerse en sus atributos esenciales



Mientras que la mente, sede del pensamiento que existe gracias al código del lenguaje, puede explicarse como una herramienta de enfoque y procesamiento en el campo de la percepción/representación y demás funciones del psiquismo. Es decir, que la conciencia sería menos asociable a procesos acríticos de mecanización que la mente, dentro de un tratamiento, por supuesto más profundo.

“El Proyecto de Conciencia Global de la Universidad de Princeton, (GCP) parte de esta posibilidad hacia especulaciones en el sentido de que tales campos, generados por la conciencia individual, interactuarían y se combinarían, mostrando, en último término, una presencia global. Puesto que vivimos ocupados (concentrados) en nuestras existencias, queda poco espacio para generar estructura en dicho campo, de manera que se vuelve aleatorio e indetectable. PERO, OCASIONALMENTE, SE DAN EVENTOS A ESCALA GLOBAL (espontáneos o inducidos) QUE NOS HACEN CONVERGER EN UN FOCO COMÚN Y EN UNA COHERENCIA INUSUAL DE PENSAMIENTOS Y SENTIMIENTOS.

“Para estudiar el efecto de una posible conciencia global, los investigadores de Princeton han creado una red expandida por todo el mundo de aparatos que censan o responden a la coherencia y a la resonancia en el dominio mental, llamados GNA (Generadores Numéricos Aleatorios), los cuales consisten, básicamente, en un contador binario que se detiene al azar en cualquier fase del conteo, informando, vía Internet, Una corriente continua de datos es recibida, vía Internet, archivada y correlacionada con eventos capaces de evocar globalmente dicha “conciencia”: sucesos como desastres, concentraciones ante llamados pacíficos o violentos, bombardeos, actos terroristas, meditaciones mundiales, la caída de las torres el 11S”… insistimos en que no es apropiado denominar conciencia tal estado psíquico deliberada o inconscientemente inducido, sino que es preferible denominarlo mente global.

“El proyecto GCP comenzó a registrar información (datos) en agosto de 1998. Hoy abarca más de 50 sitios (estaciones) alrededor del mundo, cada uno de ellos enviando información segundo a segundo. Aquí describimos todos los aspectos y liberamos el acceso a ellos”, afirman en Princeton.

Si este experimento demuestra que el “Campo de Conciencia Global” descubierto, o como quiera que se denomine, en cuanto campo tiende a abolir la indeterminación, por lo menos en la funcionalidad del detector o, si se quiere, la probabilidad que rige la secuencia de las detenciones (ver nota 1 al final), que “es una de las características fundamentales de la realidad atómica que rige todos los procesos, incluyendo la existencia de la materia” según Capra, entonces estamos en presencia de una relación causa-efecto entre dicho campo y – por lo menos – las cargas/partículas eléctricas que hacen funcionar básicamente al contador… Capra, más adelante, cita a Henry Stapp (1971) sosteniendo que “estas tendencias o probabilidades no son probabilidades de «cosas», sino más bien probabilidades de interconexiones”.

Antes de que se instrumentara la Red Mundial o INTERNET, era prácticamente imposible comprender estas palabras de McLuhan: “…o la humanidad controla los medios de difusión masiva o ellos terminarán destruyéndola”… no lo dijo exactamente así, aunque así lo interpretamos en lo mejor de nuestro conocimiento, pero ¿cómo podrían los medios destruir una sociedad? Para entenderlo habría que investigar exhaustivamente lo que hemos denominado “El Caso Venezuela”. Existen, por supuesto, otros casos de manipulación mediática en la historia del Siglo XX, no sólo vinculables a la televisión sino también al cine, muy bien utilizado, este último, por la industria cinematográfica norteamericana como productora/mantenedora de ideología, y a la prensa escrita y hablada, en los cuales la llamada “satanización” es la clave fundamental.

El trabajo que citamos a contnuación in extenso, clarifica, en alguna medida, en qué consiste el Generador de Números Aleatorios.

Todos los subrayados son del transcriptor.









Indicios de una posible relación entre el mundo físico y la conciencia

Las reacciones aleatorias se alteran cuando ocurre algo importante para la sociedad.

El artículo que sigue, titulado “Indicios de una posible relación entre el mundo físico y la conciencia”, fue tomado de del sitio http://www.tendencias21.net/Indicios-de-una-posible-relacion-entre-el-mundo-fisico-y-la-conciencia_a548.html y fue escrito por Eduardo Martínez

Un experimento iniciado en 1970 y presente en 65 países devela una sorprendente relación entre los acontecimientos importantes para la sociedad humana y las reacciones físicas ¹ aleatorias. No sólo se desvían de sus valores habituales cuando ocurre algo significativo en la sociedad, sino que la alteración puede producirse incluso antes de que el acontecimiento relevante tenga lugar. Ocurrió horas antes del 11 de septiembre y en vísperas del tsunami asiático. La investigación, aunque ya tiene 35 años, está todavía en sus primeros pasos y no puede considerarse concluyente, si bien sugiere que una relación todavía desconocida para la ciencia existe entre el mundo físico y el mundo de la conciencia.

Por Eduardo Martínez.

Una red mundial de censores - generadores de números aleatorios muestra anomalías de funcionamiento cuando se producen acontecimientos que afectan a millones de personas, según un experimento iniciado en 1998 y que hoy tiene presencia en países de todos los continentes.

La red se llama The Global Consciousness Project (GCP) y representa el primer esfuerzo internacional para explorar si la atención social que comparten millones de personas cuando ocurren determinados acontecimientos relevantes, puede ser medida y validada científicamente.

La red GCP lleva operando desde hace 35 años y tiene presencia en 65 países, desde Alaska a las islas Fidji. Funciona en todos los continentes del globo y en todas las franjas horarias. En ella trabajan 75 investigadores, analistas e ingenieros.

Aunque está alojada oficialmente en la Universidad de Princeton y muchos de los investigadores participantes forman parte del estrato académico, la red GCP no está financiada por subvenciones universitarias, sino por una serie de patrocinadores. Entre ellos se destacan The Princeton Engineering Anomalies Research y The Linux Documentation Project.

The Princeton Engineering Anomalies Research (PEAR) fue creado en 1979 por el decano de la Escuela de Ingeniería y Ciencia Aplicada de la Universidad de Princeton, Robert G. Jahn, con la finalidad de estudiar científicamente la interacción entre la conciencia humana y los instrumentos mecánicos y físicos. Entre los artículos explicativos de esta experiencia destaca el publicado por la revista Foundations of Physics Letters. El texto íntegro ha sido difundido por GCP.

Conciencia y realidad

Robert G. Jahn ha dedicado un equipo de ingenieros, físicos, sicólogos y humanistas a desarrollar una serie de experimentos y elaborar modelos teóricos que contribuyan a explicar el papel que juega la conciencia en el establecimiento de la realidad física.

La búsqueda de una posible relación entre la conciencia y la realidad material es una vieja tarea de la física teórica que fue perfectamente explicada en 1984 por John Wheeler y Wojcieck Zurek, cuando escribieron en su obra Quantum Theory and Measurement que son necesarios los observadores para dar existencia al mundo ( lo que Wheeler denominó “Universo Participatorio” y que algunos místicos modernos lo asocian con un proceso de “cocreación de realidad” cuya vigencia normalmente se nos escaparía al común de los mortales – nota del transcriptor). Al buscar la posible relación entre la conciencia humana y determinados acontecimientos, el GCP forma parte de esa línea de investigaciones.

El Proyecto GCP funciona mediante una red de generadores numéricos aleatorios (GNA, REN en inglés). Una vez por segundo, cada GNA experimenta con 200 bits, es decir, con 200 ceros y/o unos, para determinar cuál de los dos dígitos prevalece. Es como tirar 200 veces una moneda al aire para determinar cuántas veces cae cara y cuántas cruz.

Este es el GNA

El GNA utiliza la tecnología informática para generar dos números –el 1 y el 0– continuamente, en una secuencia totalmente aleatoria, emulando así el ejemplo de la moneda arrojada al aire, con dos posibles resultados: cara o cruz. Las secuencias resultantes se reflejan en gráficos. Las desviaciones en estas emisiones o en sus resultados provocan la aparición de curvas en los gráficos. ²







Leyes clásicas de cambio y de los Grandes Números

Estas secuencias se rigen por las leyes clásicas de cambio, así como por la ley de los grandes números. Las leyes clásicas de cambio, como las leyes de Newton sobre la conservación de los momentos lineales, dictan que los generadores emiten igual cantidad de unos y de ceros en cada experimento (dada una probabilidad del 50%).

La Ley de los Grandes Números, considerada el primer teorema fundamental de la teoría de la probabilidad, establece a su vez que la frecuencia relativa de los resultados de un cierto experimento aleatorio, tienden a estabilizarse en cierto número, que es precisamente la probabilidad, cuando el experimento se realiza muchas veces.

Según ambas leyes, por tanto, cada segundo del experimento GCP se emite la misma cantidad de unos y ceros en 65 países diferentes del mundo, al mismo tiempo que las probabilidades de que predominen unos o ceros tiende a estabilizarse en el tiempo en todos los experimentos, representando así la probabilidad.

Un programa presente en cada ordenador de la red registra las secuencias aleatorias resultantes de cada generación de unos y ceros, memoriza esas resultantes y envía los datos, cada cinco minutos, al servidor central de Princeton, donde son comparados informáticamente con los datos obtenidos por el mismo procedimiento por el resto de la red.

Impacto social y aleatoriedad

Lo que ha sorprendido a los científicos es que cada vez que ocurre algo que tiene un gran impacto social, las secuencias de estos generadores numéricos aleatorios se alejan de los valores habituales, mostrando desviaciones extraordinarias. Han constatado que un fenómeno social impactante influye en el comportamiento del generador, tal como sugiere la metáfora del gato de Schrödinger.

Por ejemplo, si después de varios años de arrojar monedas al aire se establece que en un 35% cae cara y un 65% cae cruz, esos valores cambian radicalmente cuando ocurre algo importante que capta la atención de mucha gente en el mundo, desviándose de los valores ordinarios.

Estos cambios en los comportamientos aleatorios se han detectado en una serie de episodios, como el bombardeo de una embajada, el ataque “terrorista” del 11 de septiembre, una catástrofe aérea o una toma de rehenes. Incluso en el reciente tsunami asiático.

Los generadores funcionan constantemente, generando millones de números y gráficos segundo a segundo, día a día, extraídos del ruido cuántico. La mayoría del tiempo, el gráfico que refleja los resultados de este juego aleatorio se mantiene más o menos en una línea plana, que refleja la probabilidad.



Cambio sorprendente

Sin embargo, el 6 de septiembre de 1997, cambió: el gráfico subió hacia arriba, registrando un cambio repentino. Los científicos lo achacaron a la atención centrada de millones de personas en el entierro de Diana de Gales en la abadía de Westminster.

En otros momentos del experimento, importantes acontecimientos sucedidos en el mundo hicieron variar las fluctuaciones aleatorias derivadas de las máquinas GNA: el bombardeo de la OTAN sobre Yugoslavia, la tragedia submarina de Kursk, las vísperas de año nuevo…



Predicciones de catástrofes

Sin embargo, lo más sorprendente estaba aún por llegar. El 11 de septiembre de 2001, cuatro horas antes de que las torres gemelas sufrieran el ataque “terrorista” de dos aviones suicidas, los gráficos comenzaron a trastocarse, como si la conciencia humana previera que algo terrible, impactante e importante para la comunidad global estuviese a punto de suceder.

Las desviaciones registradas el 11S en las pulsiones aleatorias no pueden atribuirse a alteraciones electromagnéticas ni a excesivo uso de los móviles, tal como explican los protagonistas de esta experiencia en el Journal of Scientific Exploration.

Para los científicos, aquellas cuatro horas fueron extrañas: no sabían lo que estaba pasando para que los números variaran, y se quedaron atónitos cuando descubrieron que quizá lo que había afectado a los gráficos era un hecho que, para cuando éstos habían comenzado a cambiar, aún no había ocurrido.

En aquel momento, las transformaciones en el orden numérico parecieron un fruto del mero azar. Sin embargo, en diciembre de 2004, las máquinas parecieron volverse locas de nuevo. Veinticuatro horas antes de que sucediera el inmenso terremoto del Océano Índico que tanto afectara al Asia sur oriental, devastando la costa y matando a 250.000 personas, los gráficos se trastocaron de nuevo.

Algunos científicos insisten en que todo puede ser casualidad, a pesar de que el equipo de Princeton señala que es muy difícil cambiar el orden aleatorio de los números que se están generando precisamente al azar, sin que haya una causa de peso para ello.



Relación desconocida

El doctor Nelson, miembro del equipo de Princeton, en declaraciones a RedNova, señala - sin embargo - que la importancia de los resultados registrados en los gráficos radicaría en que, a pesar de que todos funcionemos como individuos, pareciera que hay algo superior, un elemento común en nuestras conciencias, un elemento global, si bien cuando se habla de conciencia global se trata únicamente de una metáfora.

La investigación, aunque ya tiene 35 años, está todavía en sus primeros pasos y no puede considerarse concluyente, si bien sugiere que una relación todavía desconocida para la ciencia existe entre el mundo físico y el mundo de la conciencia.

Domingo 20 Febrero 2005

Eduardo Martínez

Notas

1.- ¿Por qué “reacciones físicas? ¿Acaso una reacción física podría hacer que un contador binario diseñado para que se detenga aleatoriamente, lo haga de una manera determinada sólo porque la gente se emociona? Pongamos el ejemplo de un dado que es lanzado sucesivamente, mostrando en cada tiro caras distintas al azar… ¿podrían ir cayendo series iguales de números alternadamente hasta repetir, de manera indefinida, sólo un número determinado, sólo porque ocurrió un tsunami, por decir algo, y se generalizó un estado de pánico? El experimento insinúa que las series se irían volviendo cada vez menos aleatorias en función directa del grado de emoción colectiva, sea esta positiva o negativa: ¿De qué manera influye la alteración de la normalidad emocional con el azar?... A decir verdad sólo podemos asociar esta relación de dependencia con la teoría del Campo Neuronal de Grinberg o teoría de la Sintergia, la cual plantea que las neuronas pueden generar un campo de fuerza en capacidad de alterar la realidad, en este caso las cargas del contador binario.

2.- No deja de llamar la atención el hecho de que el campo mental bajo estudio comienza a detectarse justamente cuando la energía del inconsciente, actuando extracerebralmente, altera, de alguna manera, como resultado de la coherencia creciente, “algo” que antes de dispararse el fenómeno, se comportaba aleatoriamente, es decir, que jugaba al azar, para después comportarse determinísticamente.

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