Los indios Tehuelche (Aónikenk)


Los indios Tehuelche (Aónikenk)

Dos Aonikenk al lago CardielLos Tehuelches (o Patagones) vivían en el sur de la Patagonia, entre el río Santa Cruz y el estrecho de Magallanes. En un tiempo remoto, esos cazadores convivieron con fauna actualmente extinguida como el famoso milodon y el caballo enano. Tienen unas similitudes con los otros indios de Patagonia mas al norte (Mapuches, Pehuelches) con les cuales tenían contactos. Los primeros viajeros anotaron los parecidos en el modo de cazar por ejemplo, con los otros indios que ya conocían : los indios del Río (de La Plata).
De aproximadamente 4.000 o 5.000 antes de la llegada en aquel país de la civilización europea, los últimos tehuelches fueron reducidos a sectores como Camusu Aike y Lago Cardiel, antes de desaparecer como pueble indio.

Se puede distinguir entre los Aonikenk (Tehuelche Meridionales) y los Günün-A-Küna (Tehuelche Septentrionales).

El primero europeo a conocer esos indios australes fue Antonio Pigafetta, cronista de la expedición de Magallanes (1520). Fue el que inicio el mito respecto al gigantismo de los patagones.
Boleadora tehuelcheComo termino medio tenían 1,80 metros de altura. Dice Dumont d'Urville que le impacto 'su enorme ancho de las espaldas, su cabeza ancha y gruesa y sus miembros macizos y vigorosos' destacando que 'constituye una bella raza de hombre, plenos de fuerza y vigor'.

Eran muy destrozos con la boleadora, sea de a una, dos o tres bolas. También usaban lanza y arco. Con el hombre blanco llego el caballo, y los tehuelches se convirtieron en jinetes increíbles. Casaban el guanaco y el ñandú. Tenían (usaban) muchos perros (ruidosos y penosos dijeron los viajeros).

Hablaban un lenguaje gutural, oclusivo y aglutinante. Carlos Vega da los ejemplos siguientes : “no te caigas” se decía “M'huatrhs” ; “es mi mujer” : “Yas ksheh”.

Cosmogonía, creación del mundo y de la tierra (recogido por Mario Echevarria Baleta, citado por Carlos Vega) :

Kooch siempre existió, no tuvo nacimiento ni principio. Era como el aire. Nadie podía tocarlo, tampoco existía nadie ni para verlo, ni para tocarlo. Desde el principio de todo, Kooch estaba rodeado de tinieblas. Como vivía solo y rodeado de tinieblas desde la eternidad, nada podía ver y esa situación le entristeció de tal manera que comenzó a llorar largamente, con un llanto profundo e interminable. Fueron tantas sus lagrimas que formaron el mar, donde comenzó a gestarse la vida para poblar el futuro mundo. Al ver que el nivel del mar era demasiado alto, dejó de llorar dando un profundo suspiro que dio nacimiento al viento, que agitó las tinieblas, logrando disiparlas de manera que pudo observar la claridad a su alrededor. Eso le causo gran alegría, despertando sus ansias de seguir creando los restantes elementos que formarían el mundo. Creó todo con vida, hasta las piedras tienen una forma de vivir. Kooch había creado el mar con sus lagrimas y había disipado las tinieblas a su alrededor, pero a lo lejos continuaban y ello le impedía ver a su mundo desde la distancia aun habiéndose alejado mas y mas, hasta que de pronto alzó la mano realizando un rápido movimiento con que rasgó la oscuridad de la que brotó una gran chispa, la que continuó el giro de su mano, logrando disipar las tinieblas. Pudo entonces ver el maravilloso mundo alumbrado por ella a la que llamó Xaleshen (Sol).

unas palabras Tehuelche:

Sol : Sheuen o Shehuen'à
Luna : Keingueinken o Keingueincon
Noche : Ter-nsh
Día : Chocheg Shehuem
Hombre : Alen, Aln, Alnk
Mujer : Ishé o Enack Uno : Chochieg
Dos : H'áuke
Tres : Ká'ash
Cuatro : Kague
Cinco : K'tsàen
Cien : Pataca
(fuente: Franciso P.Moreno)

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