SAN LORENZO,PATRONO DE LOS MINEROS

San Lorenzo fue el primer diácono -que es un ministro eclesiástico o cargo similar al sacerdocio, pero de grado segundo en dignidad al sacerdote de la Iglesia Romana- nombrado durante el papado de Sixto II en el año 258.

Tenía a cargo la administración de la iglesia y el cuidado de los pobres. En aquella época, el codicioso Emperador Romano, Valeriano ejercía el poder despóticamente y unas de sus proclamaciones fue un edicto de persecución que prohibía el culto cristiano y sus reuniones, además concibió la idea de apoderarse de las riquezas de la iglesia, por lo que mando a detener a Lorenzo -que sabemos que administraba estos tesoros que consistían en una abundante cantidad de oro y plata-. Sin embargo, a pesar de estar consciente de que su vida estaba en peligro, solicitó tres días al emperador para reunirlos, argumentando que era demasiado por lo que necesitaba ese tiempo para reunirlo.

Lo primero que hace al recuperar su libertad fue juntar los tesoros materiales de la iglesia y esconderlos a buen recaudo bajo tierra y posteriormente se dedicó a reunir a los ancianos, a los pobres, a los desesperados, a quienes tenían en su cuerpo y alma las evidentes marcas del dolor y el sufrimiento por la miseria en que vivían para llevarlos a Valeriano cuando expirara el plazo de los tres días que le concedió, y presentárselos como los verdaderos tesoros de la iglesia.

Mientras ocurría esto Lorenzo se encontró con el Papa Sixto que iba en su camino al martirio, y que le preguntó: “¿A dónde vas, querido padre, sin tu hijo? ¿A dónde te apresuras, santo padre, sin tu diácono? Nunca antes montaste el altar sin tu sirviente, ¿y ahora deseas hacerlo sin mí?”, a lo que el papa Sixto le dijo: “En tres días tú me seguirás”.

El Emperador al enterarse de esto de que había sido engañado y burlado por Lorenzo perdió la cabeza de rabia e impotencia, y dijo: ¿cómo un simple diácono podía atreverse a desafiar a un ser tan divino como él?, así que decidió darle un castigo ejemplar por la osadía de desafiar su divinidad y lo condenó a morir en una parrilla ardiente. A pesar de la horrible sentencia, Lorenzo permaneció tranquilo sostenido en su fe y no reveló el lugar donde había escondido los tesoros que codiciaba Valeriano. Así se cumplían las proféticas palabras del Papa Sixto.

Se cuenta que este acto en realidad ocultaba un propósito mayor, pues entre los tesoros de la iglesia confiados a Lorenzo se encontraba el Santo Grial o copa que Jesús usó en la última Cena que simboliza el Cáliz del Corazón, y del cual brota la Llama Triple de nuestro “Dios Interior”. Además fue en esa Copa en que Jesús bebió la Sustancia Universal y por lo tanto no podía caer en manos de la codicia y la crueldad. Se dice que consiguió enviarla a España a la ciudad de Huesca, junto a una carta y un inventario, donde fue escondida y permaneciendo olvidada durante siglos.


MARTIRIO DE SAN LORENZO

En una fría mañana de domingo fue quemado vivo en una parrilla, cerca del campo de verano, en Roma. Se dice que en medio del martirio siguió demostrando su temple y firmeza, porque exclamó: “dame la vuelta, que por este lado ya estoy quemado”, después de la salida del sol murió dignamente, sin manifestar dolor, arrepentimiento ni temor frente a sus verdugos.

Se le considera patrono de los mineros por haber confiado en la tierra para ocultar los abundantes y preciosos tesoros de la iglesia. Su santo se celebra cada 10 de agosto oportunidad en que el relicario que contiene su cabeza quemada y es expuesta en el Vaticano para su adoración.

Así que puedes pedir por la protección y pronto rescate a San Lorenzo, que junto a la Virgen del Carmen forman un poderoso “Campo de Fuerza” sostenido con las 32 banderas de Chile y 1 de Bolivia, símbolo de los 33 trabajadores mineros que se encuentran a más de 700 metros de profundidad de la mina San José.

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