XLV - HOBBES

XLV - HOBBES

Hobbes - Historia de la filosofía274. Por aquellos tiempos nos encontramos con un filósofo de un género bien diferente del de Descartes y Gasendo. Hobbes nació en Malmesbury en 1588, y murió en 1679. Es más conocido por sus errores en materia de derecho que por su filosofía; sin embargo, sus horribles doctrinas morales y políticas se enlazaban con las ideológicas. Hobbes era sensualista: no admitía más conocimiento que el sensible ni más criterio que la sensibilidad. En consecuencia, sostenía que no hay diferencia intrínseca entre el bien y el mal, y que el origen de estas ideas se halla en el placer y en el dolor. Según Hobbes, el hombre tiene derecho a todo lo que alcanzan sus facultades; y en el estado natural, todo hombre es enemigo de otro hombre: homo homini lupus. La diferencia entre las acciones proviene de la ley civil; ésta nace del poder público; el cual, a su vez, dimana de un pacto que hicieron los hombres para evitar su destrucción. El poder tiene sus facultades ilimitadas; es lícito todo lo que él manda, siquiera fuesen la blasfemia y el parricidio. Las obras De Cive y el Leviathan son la apología de todos los tiranos y de todas las tiranías.

275. ¿Con qué objeto esparcía Hobbes doctrinas tan repugnantes? Oigamos a lord Clarendon: «Volviendo de España pasé por París; Hobbes, que me visitaba con frecuencia, me dijo que estaba imprimiendo en Inglaterra su libro, que quería intitular Leviathan, del cual recibía cada semana un pliego de pruebas para corregir, y que pensaba tenerle concluído dentro de un mes. Añadió que ya sabía que al leer yo su libro no me había de gustar, indicándome al propio tiempo algunas de las ideas que contenía; y como yo le preguntase por qué publicaba semejantes doctrinas, me respondió después de una conversación medio seria, medio en chanza: «La verdad es que deseo vivamente volver a Inglaterra.» (Citado por Dugald-Stewart, Hist. de la Filos., p. 1.) He aquí descifrado un enigma y retratado un hombre: deseaba volver a Inglaterra, siquiera fuese a costa de la moral y de la humanidad. Cromwell mandaba en Inglaterra; Hobbes volvió de la emigración, y fue bien recibido por el Protector. Despreciable filosofía que así trafica con la verdad y la honra.

Comentarios