LOS SELKMAN

Origen

Eran parientes cercanos de los aonikenk o tehuelches que habitaban en la Patagonia al norte del Estrecho de Magallanes, con ellos tenían una notable semejanza física, de lenguaje y de costumbres. Eran altos con una talla media de 1,80 metros, musculosos, corpulentos, anchos de hombros y de tez bronceada.
Historia



Julio Popper en una de sus "cacerías". A sus pies, yace un ona muerto. La foto corresponde a un álbum que Popper obsequió al Presidente Juarez Celman. Una vez concluida la Conquista del Desierto, estancieros, buscadores de oro y particulares lanzaron una campaña de exterminio contra la población indígena de Tierra del Fuego
Los ancestros de los selknam llegaron a la Tierra del Fuego posiblemente antes de que esta se convirtiera en una isla. Conpartían la isla con un pueblo emparentado, los haush, que compartían con ellos muchos rasgos culturales y físicos y también con dos pueblos canoeros (nómades marinos): los kawésqar o alacalufes y los yaganes. Los selknam habitaban principalmente el norte y centro de la isla y habían terminado por confinar a los haush en el sureste (Península Mitre). El contacto con el hombre blanco comenzó en 1520 cuando Magallanes descubrió el estrecho que lleva su nombre y vio las fogatas de los indígenas que motivaron el nombre del territorio. Posteriormente, los contactos continuaron en forma esporádica hasta las últimas décadas del siglo XIX con la llegada de misioneros salesianos y de hombres blancos a colonizar y explotar la isla. Los territorios que antes eran el libre hogar de estos cazadores nómadas, fueron cercados. Muchos de ellos rompieron las cercas y cazaron y comieron la carne de las ovejas, a la que llamaron "guanaco chico" o "guanaco blanco". Estos hechos condujeron a la consumación de un genocidio que acabó casi completamente con ellos. Este contacto permanente tuvo devastadoras consecuencias para esta etnia, pues además les transmitieron enfermedades contagiosas y los desplazaron de sus territorios de caza. En 1881 eran alrededor de 4.000 individuos.


Los últimos Seknam, en Puerto Harris, Isla Dawson, 1896
En 1883 comenzó la explotación ganadera con la concesión por parte del gobierno chileno de las primeras estancias a particulares y en 1887 llegaron los mineros en busca de oro en el sector norte de la isla. En 1888 se estableció una misión salesiana en isla Dawson con el propósito de evangelizar y civilizar a los indígenas. En 1891 la población había disminuido a no más de 2.000 personas.
En 1895 los estancieros llegaron a un acuerdo con la misión salesiana de isla Dawson, le pagarían una libra esterlina por cada indígena recluido en la misión. Con los años más de 800 llegaron a isla Dawson muriendo la mayoría por el cambio de estilo de vida al sedentarismo ocioso y las enfermedades. En 1974 murió la última representante pura de esta etnia, Ángela Loij. Descendientes mestizos de los onas viven en la parte argentina de la isla Grande de Tierra del Fuego formando la comunidad Rafaela Ishton.
Idioma

De acuerdo a la clasificación de Joseph Greenberg, el idioma selknam era una lengua lengua amerindia, andina, meridional. También se la clasifica dentro del tronco macro-panoano, Familia Mosetén-Chon - Grupo Chon. Junto con la lengua de los haush eran las más australes de las lenguas chon, y se habló en Tierra del Fuego y en las áreas de la Patagonia en torno al estrecho de Magallanes.
Algunas Palabras:
Sol: Kré / kran
Luna: Kréen / krä
Noche: Kauk'n
Día: Kerren
Hombre: C'ón / Chohn
Mujer: Naa / Nah
Uno: Sós
Dos: Sôki
Tres: Sauki
Cuatro: Koni-sôki
Cinco: Kismarey
Los cazadores de indios

Cuando los primeros colonizadores pisaron la isla de Tierra del Fuego, se produjo el comienzo del fin de esta etnia, muriendo en sólo 20 años casi todos los nativos. Esto fue provocado en gran medida por los grupos de "cazadores de indios" formados por ciudadanos europeos que realizaban expediciones de exterminio.
Genocidio Selknam

Julio Popper tuvo varios enfrentamientos con los selknam fotografiándose con las "piezas cobradas". Capataces y peones ingleses, escoceses, irlandeses e italianos, fueron los "cazadores de indios" que como Mac Lennan o "chancho colorado", pusieron el precio de una libra por testículos y senos y media libra por cada oreja de niño. Otro testimonio referido a los aborígenes que ahogaron entre la marea y los fusiles en Cabo Peña dice: "Esos los hizo matar Chancho colorado, Mc Lennan el verdadero nombre, administrador otro, son tres, Sam Ishlop y Stewart, algo de malvinero por ahí. Que yo sé, que más o menos que los conozco por mi mamá que los nombró a todos...y hay varios más que yo no me acuerdo" (Federico Echelaite o Echeline, de madre Ona y padre noruego, falleció en 1980 a la edad de 75 años; transcrito de la película "Los Onas, vida y muerte en tierra del fuego", A.Montes, A.Chapman y J.Prelorán). De los 4.000 de 1880 apenas quedaban 500 hacia 1905. Para entonces el genocidio casi había cesado. Los pocos que quedaron luego sucumbieron por las enfermedades introducidas.
Cultura

Organización social
La base de la organización era la familia, padre, madre, hijos, pero a esta se incorporaban los parientes que ocupaban el mismo territorio, llamado haruwenh. Había muchos territorios perfectamente delimitados. Formaban "clanes" patrilineales de 40 a 120 miembros con jurisdicción sobre un territorio de caza. Los hombres tomaban esposas de otros clanes. La vida nómada de los selknam es similar a la de los cazadores de la Patagonia y de la Pampa. Cada miembro tenía sus obligaciones bien especificadas: el hombre cazaba y confeccionaba las armas, la mujer, labores domésticas, cuidado de los niños, transportaba e instalaba la vivienda. Esta cultura, poseía un amplio mundo espiritual manifestado en ceremonias como el Hain, ritual de iniciación sexual en el que se revelaba a los adolescentes ciertos secretos tendientes a preservar su orden social: el patriarcado. Si en sus viajes encontraban una ballena varada o estaban en peligro, empleaban señales de humo para comunicarse entre los grupos.
La vivienda
Construían dos tipos de viviendas, llamadas kawi. Una de forma semicircular y la otra en forma de cono. Las construían con palos enterrados en la tierra con los que formaban una estructura que cubrían con pieles de animales.
Religión, ritos y creencias [editar]
Celebraban ritos de iniciación masculina durante los cuales los ancianos revelaban los secretos tribales a los jóvenes o klóketen, tal rito iniciático era llamado h'ain; realizado al producirse la pubertad daba a los jóvenes la categoría de adultos, si a muchos observadores externos les puede llamar la atención el "body-art" -los cuerpos eran pintados-, sorprendieron aún más a los testigos presenciales por las durísimas pruebas -en especial de resistencia física- a que eran sometidos los iniciados. Las mujeres estaban excluidas. Los ritos se basaban en un mito que narraba cómo los hombres habían derribado una organización previa dominada por las mujeres.
Referentes a sus deidades, eran politeistas y creían en un ser supremo que castigaba la maldad. Temáukel era la denominación de una gran entidad preternatural que consideraban mantenía ordenado al mundo, aunque la deidad creadora era llamada K'aux, se le imaginaba como un anciano humano que había logrado liberar a los shelk'nam de la tiranía de una mujer primordial llamada Táiyin. Pero había un tercer dios supremo, el que velaba por el orden y las buenas actitudes de los miembros de cada tribu, y el que inculcaba todas y cada una de las leyes a los selknam: Quenós. El sol y la luna a los que llamaban Krenn y Kreen, tenían gran importancia para ellos. El sol, esposo de la luna, corría tras ella para castigarla sin alcanzarla. La luna representaba un espíritu maligno causante de todas las desgracias.
Los "chamanes", llamados kon, ayudaban a los cazadores y curaban enfermedades, recibían su poder de los espíritus de los "chamanes" muertos, quienes se les aparecían en sueños. A los muertos se les enterraba superficialmente y la familia abandonaba el lugar y quemaban sus pertenencias ya que había que olvidar en la tierra al difunto. Los selknam tenían la creencia que después de la muerte se les llevaba a un juicio celestial en presencia de todos los dioses. Si ellos no deseaban que el difunto ingresara a su reino y gozara de vida eterna (ya sea por mala conducta o por faltar alguna ley), debía castigárseles llevándolo a los infiernos, donde la diosa de los infiernos, el caos y las malas actitudes, Jalpen, lo esperaba para hacerle sentir sufrimiento y dolor por la eternidad.
Los selknam creían además que la diosa Jalpen recurría a sus dioses guerreros, los Soortes, para llevar a cabo sus planes de caos y destrucción.
Vestimenta
Andaban desnudos y para protegerse del frío y la lluvia usaban una larga capa de piel de guanaco, a veces podía ser de zorro o cururo, que los cubría desde el cuello hasta las rodillas. La empleaban con la piel hacia fuera y la llamaban chonhkoli. Usaban mocasines, zapatos fabricados con la piel de las extremidades del guanaco, cosidos con el pelo hacia fuera. El fuerte de la cultura Selknam era sin duda la pintura corporal.
Alimentación [editar]
Se alimentaban de aves, guanacos, zorros colorados y cururos, lo que complementaban con la recolección de productos marinos, como mariscos que encontraban en las playa o alguna ballena varada; y de frutos silvestres como el calafate o la chaura.
Herramientas
Fabricaban herramientas de piedra, hueso y madera y vivían de la naturaleza, sin cultivar la tierra. Su principal arma eran el arco y la flecha. También empleaban la honda y el arpón.
Flora
El bosque de roble magallánico. Ellos no eran agricultores.
Fauna
Guanacos, zorros colorados, cururos y una gran diversidad de aves conformaban la fauna autóctona del territorio.
Su presencia moderna

Hacia la década de los años 1980 quedaban entre 3 y 5 descendientes: Pacheco, Francisco Minkiol (nacido en 1916 en Río Gallegos), Federico Echeuleilene (nacido en 1905), Luis Garibaldi Honte (90 años, nacido en la Isla Grande), Segundo Arteaga y Rafaela Iston Martínez. El grado de conocimiento de su lengua variaba en cada caso. Anne Chapman cita también a Rosaria Imperial y Alfredo Rupatini. Probablemente a estas alturas ya no quede nadie vivo que hable esta lengua. También se menciona como una de las últimas selknam a Virginia Choinquitel, quien murió en 1999 a los 56 años.

Comentarios