LA MONTAÑA MAGICA


La montaña mágica

En la cima de las montañas la tierra se sutiliza y se reúne con el cielo, también es donde el cielo se condensa y toma cuerpo. Por eso, en todas las tradiciones, las montañas han simbolizado el lugar de encuentro del hombre con Dios. Sin embargo, este encuentro sagrado no puede producirse en cualquier montaña, sino sólo en una montaña mágica, un lugar secreto al que únicamente pueden acceder los hombres puros que han sido iniciados en los misterios. En la tradición judeocristiana el prototipo de este personaje es Moisés, cuando se despojó de sus sandalias, símbolo de lo más bajo, para ir al lugar de su encuentro con Dios.

Así mismo en las montañas se hallan las minas de donde extraen los metales preciosos formados por las influencias del cielo y es justamente allí donde los alquimistas van a buscar su primera materia, germen de la luz celeste, antes de que se especifique en un metal concreto.

La pintura de Joan Miró, "Femme devant l'étoile filante", sugiere magistralmente el encuentro entre lo sutil, representado por la estrella, y lo corpóreo, representado por la mujer-montaña que contiene un secreto en sus entrañas.

# Joan Miró, "Femme devant l'étoile filante" (1974)

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