BILOCACION

Bilocación, es un término utilizado para describir el hipotético fenómeno en el cual una persona u objeto está, o parece estar, ubicado en dos lugares simultáneamente.

De la bilocación se dice que es un fenómeno físico, más que espiritual, y supuestamente la persona que lo experimenta es capaz de interactuar con su entorno normalmente, incluida la posibilidad de experimentar sensaciones y de manipular objetos físicos exactamente como si hubiera llegado a través de medios naturales. Esto hace que el fenómeno sea distinto del viaje astral. En la mayoría de los casos, se cree que la bilocación es involuntaria por no haber sido dirigida por la persona en cuestión en términos de espacio-tiempo.

Los científicos no conocen ningún mecanismo en que la bilocación de objetos macroscópicos pueda ocurrir. Sin embargo, los investigadores del instituto Max Plankus en Berlín demostraron que los electrones de las moléculas de nitrógeno en su forma gaseosa, es decir las onda-partículas existen

En el cristianismo

En términos generales, la Iglesia Católica recomienda la desconfianza cuando se informa de estos casos.

La Iglesia Católica reconoce la existencia del fenómeno desde el siglo XIX en los santos y místicos, los más notables son: San Francisco de Asís, San Antonio de Padua, Santa Ludwina, San Francisco Javier, San Martín de Porres, San José de Cupertino, San Alfonso de Ligorio, San Juan Bosco y San Pío de Pietrelcina.

En cuanto a la posibilidad de un órgano material de estar presente en más de un lugar a la vez, Santo Tomás de Aquino, Silvio Maurus, y muchos otros teólogos de diferentes épocas niegan tal posibilidad. Los casos de bilocación narrados en la vida de los santos se pueden explicar, por metáforas o materializaciones aéreas.

En otras tradiciones

Fuera de la Iglesia Católica, este fenómeno es conocido en el Budismo Esotérico como Dzogchen. Idries Shah y Robert Graves mencionan casos en los cuales altos cleros tibetanos "aparecieron, al igual que muchos de los antiguos santos, en diferentes lugares al mismo tiempo".

Han logrado, por lo tanto, la Mística Concentración, y adquirieron cuerpos creados por la mente. Estos cuerpos están libres de cualquier atadura, son tan finos como las imágenes de los espejos.

De ahí que las facultades espirituales se ocultan en el mundo invisible, y la conciencia volverá al cuerpo perfecto (o el reino perfecto). El espíritu llena el ojo, por lo que él ve claramente; está presente en el oído, por lo que oye perfectamente; permanece en la boca, por lo que la palabras hablada; se acumula en la mente, por lo que sus pensamientos son profundos. De ahí que al cerrar los cuatro sentidos el cuerpo elimina los problemas, y las partes individuales no tienen malestar. No hay muerte, no hay vida, no hay vacío, no hay exceso; en tal estado de espíritu, como el diamante, no hay desgastes; tales son las características del hombre perfecto.

Incluso entonces, en vida no exalta su propio mérito, o la trompeta de su propia fama. Por el contrario, oculta dentro de sí el conocimiento del verdadero hombre y sigue el curso inmutable de Cielo y la Tierra. ¿Cómo es posible? Con su conocimiento de la vida y la muerte se comunica con lo alto, mismo si su conocimiento terrenal de hecho fue borrado. Él que puede unirse a lo que lo formo como si él todavía no ha adquirido forma física, es a quien llamamos un verdadero hombre. El verdadero hombre es él que aún no ha comenzado a diferenciarse a sí mismo de la Gran Unidad (wei Shih yu fen T'ai-yi che).

El Dzogchen es practicado regularmente por los monjes de la escuela del budismo tibetano llamada Vajrayana, o "Vehículo de diamante". Según la tradición Vajrayana, Dzogchen es la transferencia de la conciencia de lo mundano a un mundo de post-existencia de manera lucida. Esta meditación se realiza con la intención de alcanzar un estado superior de conciencia y romper el ciclo de las transmigraciones.

Punto de vista escéptico

El punto de vista escéptico no niega la experiencia en sí, solo le da una explicación distinta a la causa de la experiencia.

Las experiencias fuera del cuerpo se pueden explicar, según los escépticos, como alucinaciones hipnagógicas (visiones fugaces en la transición vigilia-sueño) o hipnopómpicas (transición sueño-vigilia) que perciben con mucha frecuencia individuos con Narcolepsia (que es una alteración del sueño normal) y que se presenta despues de episodios de parálisis del sueño. Este tipo de alucinaciones las puede percibir cualquier persona sana sin aparentes problemas de sueño y sean percibidas o no (depende de la velocidad con que uno se duerma o se despierte) forman parte del proceso normal de dormir y despertar. Aunque se las relaciona con una regulación anómala del sueño REM (Rapid Eye Movement, en español: movimiento ocular rápido), no son patológicas.

Si bien los escepticos tienden a explicar la expericiencias extracorporales como las alucinaciones de la transición entre un estado de vigilia a otro de sueño y viceversa, estas experiencias no son exclusivas de esos momentos de transición pudiendo darse en otros momentos del periodo de sueño. También han sido reproducidas en laboratorio mediante estimulación del cerebro de un sujeto consciente, con descargas eléctricas según un estudio que salió a la luz en el año 2002 [1] y que demostraba una disociación entre el yo del sujeto y su cuerpo a causa de estas descargas. El resultado de este estudio no acaba con la polémica ya que aunque para los escépticos demuestra que la experiencia tiene un origen exclusivamente cerebral, para los no escépticos solo muestra una forma alternativa de provocar la experiencia y que la pueden provocar aparatos externos aplicados de la forma adecuada.

Referencias

* Bruce, Robert (1999). Dinámicas Astrales.
* Monroe, Robert. Far Journeys. ISBN 0385231822
* Pritchard, Mark H. (2004) "Curso de viajes astrales y sueños". ISBN 0974056014
* Viera, Dr. Osvaldo. Projectiology. ISBN 8

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