Mitos y principios Femeninos

AUSENCIA DE CAPACIDAD FECUNDANTE DEL PRINCIPIO MASCULINO EN RELACIÓN A LA RESURRECCIÓN DE LOS DIFUNTOS

(E - III)1- También se observa la creencia de que los fenómenos naturales dependían del Principio femenino y por tanto sólo sus representantes femeninas la podían propiciar, la existencia de plañideras / endechadoras / preficas en gran cantidad de ceremonias fúnebres de sociedades primitivas y al principio de las religiones históricas, que derramaban lágrimas.

Mujeres plañideras que, no sólo cumplían la función de expresar dolor para aliviar de este pesado deber a los familiares, sino para inducir gotas de lluvia por magia simpática, que produjesen la resurrección del difunto enterrado en tierra, al igual que la lluvia hacía germinar la semilla enterrada. Y de manera similar a las abundantes lágrimas que derramaba la Gran Diosa Madre Llorona de los diferentes mitos tras la muerte de su paredro.

(E - III)2 - También tenía un significado asociado con el Principio femenino y la resurrección de los difuntos, los cabellos femeninos. De forma que en pueblos árabes, existía la costumbre, y pervive entre los actuales beduinos, de que las mujeres se sacrificaban las trenzas a los muertos. Y en otros pueblos antiguos, existía la costumbre que cortarse los cabellos sobre la tumba del difunto, quemarlo o enterrarlo con la persona muerta, como ofrenda a la Diosa. Y así ocurría en diferentes pueblos en honor a la Diosa Proserpina, ya que Ella era la que cortaba el cabello o hilo de la vida (Diosa del Destino, Escorpio).

(E - IV) - AUSENCIA DE CAPACIDAD FECUNDANTE DEL PRINCIPIO MASCULINO RELACIÓN AL EMBARAZO EN SERES HUMANOS

Existen numerosas evidencias de la creencia arcaica de numerosos pueblos prehistóricos y primitivos, de que el varón no era responsable de la procreación. "Algunos investigadores siguen creyendo que el hombre de la Edad de Piedra no asociaba el sexo con lo que podía llegar nueve meses más tarde..." (Frade en 1996: 14). Existe una leyenda persa que explica la concepción humana diciendo que es un ángel el que coge tierra y lo echa sobre el ovario femenino, que así queda fecundado. Después cada persona tiene que ir a morir al sitio en donde se cogió la tierra para formarlo (Enciclopedia U., Tomo 14, 1988: 914).

Existen diferentes pueblos que tenían la creencia de que el varón no tomaba parte en la procreación de los hijos.

Todd cita algunos ejemplos de pueblos que desconocen la intervención del varón en el acto de la generación... Algunas tribus australianas y melanésicas suponen que el niño es el "nunu" o eco de algún difunto...

Codrington indica que en las Hébridas las mujeres suponen que la causa de su embarazo es una nuez de coco o un fruto del árbol del pan, sosteniendo que su hijo era el nunu o eco de estos objetos."

(Los celtas tenían creencias similares) ... un rey sin hijos fue avisado en sueños de que sería padre si daba de comer a su esposa un tipo de pescado. ... la cocinera tocó también el pescado milagroso antes de servirlo a la reina, y al cabo de un año las dos mujeres dieron a luz un niño... (Enciclopedia U., Tomo 33, 1988: 1001).

"Para los australianos, la fecundación de las mujeres no proviene del hombre, sino de un germen inmaterial de un antepasado, que la penetra." (Gran Larousse Universal, Tomo 29, 19: 9229). Los bellonais de las isla Salomón:

... ignoraban, hasta la llegada de los misioneros en 1838, la relación entre copulación y procreación. Si una mujer casada quedaba embarazada, ello no se debía a que hubiera mantenido relaciones sexuales con su marido, sino a que los dioses y los antepasados del patrilineaje de su esposo estaban satisfechos con dicha alianza y le daban descendencia...

Los trobriandeses, matrilineales, denegaban al marido de la madre cualquier papel en la procreación. Se suponía que la madre por sí sola creaba al niño... (Burguière, 1988: 70).

Y en otra versión leemos que los gérmenes del bebé que iba a nacer eran enviados al cuerpo de la madre por la Luna personificada por una Diosa como p. ej. creían los euchlusi de Australia que los gérmenes de los niños procedían de la Luna que los enviaba a la mujer por medio de la corneja o del lagarto, según que el que fuese a nacer fuese niño o niña. O procedían de las churingas que dejó en la tierra la mujer que personificaba la Estrella Vespertina de la que emanan los gérmenes de la procreación que penetran a la mujer que se halla en ese sitio y la hace concebir.

De los canacos de Nueva Caledonia: "Según su concepción de la vida , la mujer no es fecundada por el hombre sino por el bosque o el arroyo que cruza: el esperma del esposo no es una semilla, simplemente riega el bebé que va a nacer." (Soutif, Dray Y Dibie, 1999: 30). (Y posiblemente creyesen que la fecundación femenina se debía a la Diosa Kabo Mandalat, en cuyo honor realizaban ceremonias de Fertilidad.)

- En civilizaciones precolombinas se creía que las almas de los recién nacidos procedían de la Diosa Madre de la Luna.

- En tribus primitivas de África eran los antepasados residentes en la Luna los que enviaban el germen del niño al cuerpo de la madre por intermedio de un Sacerdote o bien procedían ellos mismos a esta reencarnación.

Creencia arcaica de la no participación del varón en la concepción que se trasluce en ciertas costumbres, mitos y ceremonias religiosas, con las que se solicitaba el embarazo, entre los creyentes de las religiones Mistéricas, existentes en multitud de culturas a principios de tiempos históricos y de las religiones primitivas.

Entre los Jakuti, habitantes en el Asia septentrional en el área de los Tungusi, del Yeniséi al Pacífico, las mujeres se reúnen en la casa de la recién parida tres días después del parto para el almuerzo ritual en honor de la Diosa del Parto Ijehsit; durante el almuerzo una de las convidadas se echa a reír, todas ríen; y esto provoca en las mujeres la preñez (citado por Jacobelli, 1991: 80).

(E - IV)1 - Evidencia que sólo el Principio causa la Fertilidad los ritos en los que se solicita a la Diosa el embarazo. Y así son numerosas las ceremonias existentes en gran cantidad de culturas en las que mujeres invocan a Diosas de la Fertilidad, a la Diosa del Río o a la Diosa del Mar y usaban el Agua Divina para que les otorgase la bendición del embarazo. Por tanto vinculan la Fertilidad al Principio femenino considerado hermafrodita, lo que habla a favor de la creencia en la irresponsabilidad del varón en la concepción femenina.

Así mujeres hindúes cuando quieren tener hijos transportan agua del río Ganges, personificado por la Diosa Río Ganga / Ganges, a las montañas y las vierten en cúpulas, símbolo del Vientre de la Diosa Tierra y así obtienen el embarazo. En esta ceremonia se manifiesta el simbolismo de Vulva Divina / Útero / Seno / Vientre de la Diosa Tierra y asociado a la Fertilidad de los petroglifos de cupulitas / agujeros / tazas / huecos / cavidades / cazoletas ógmicas / hemisféricas / tectiformes.

En algunas regiones se conservaba hasta hace poco el simbolismo metafórico de los petroglifos de agujeros como Útero Divino, del que surge las almas de los recién nacidos. Aún en el siglo XX referido a los petroglifos de huecos:

En la actualidad uno puede ver a las mujeres hindues llevando el agua del Ganges (las Aguas del río sagrado del Ganges están personificadas por la Diosa epónima) hasta las montañas del Pendjab, para verterlas en las cúpulas y así obtener de la divinidad el don de la maternidad tan deseado. (Grieder 1987: 32) citando a Garrick Mallery.

Esta costumbre está en concordancia con la creencia de la ausencia de responsabilidad del varón en la concepción y la capacidad fecundante del Principio femenino, considerado hermafrodita. De ahí el invocar a la Diosa Río Ganges para que conceda la bendición del embarazo.

Confirman la idea de que tienen el simbolismo de Útero de la Diosa, una costumbre que se ha conservado hasta el siglo XX (referencia a los pensadores Heider Y Baumhoff de (Grieder, 1987: 44). Las mujeres pomo de los indios de California, hacen marcas de cavidades en grandes piedras cuando desean concebir un hijo, para que la Madre Tierra se los conceda.

Un valor fecundante similar se daba al Agua del Mar en Galicia, en donde las mujeres estériles se tomaban un baño de "nove ondas" (embarazo) cuando querían tener descendencia en la playa de La Alanzada, Pontevedra cuyas aguas estaban personificadas por la Diosa del Mar.

Y de manera similar mujeres chinas esperaban el deseado embarazo, realizaban un rito llamada "el paso del río". Consistía en que se bañaban en un río cuyas aguas (creyesen que) estaban personificadas por un Diosa, antes de la unión conyugal, para que por el contacto con sus aguas, la mujer quedase ¡fecundada! (es obvio el despreciable papel que se atribuye al varón en el proceso de procreación).

Y mujeres hindúes cuando querían tener descendencia ofrecían "nagakals", monolitos de piedras grabadas con serpientes y las ofrecían a las Diosas Naginis que habitaban las aguas fluyentes de los ríos sagrados (femeninas), lagos, mares y estanques, para que les concediese el embarazo.

Algunas Diosas invocadas en diferentes regiones para conseguir el embarazo

AFAYA, ANJENU, ARTEMISA / DIANA Nemorense, BAMBLINE, BUANGA BUA CIBOLA, DERCETO, DANANN / DANA / DANU / DONU / DON / DÔN / ANA / ANU / ANNAN, la letona DIDILIA, ELENA, ERINLE, la Diosa de la FERTILIDAD de los ashanti y los fanti de Ghana, GANGA, GWANDUSU, las griegas y romanas ILITHIJIA, JUNO Lucina, Matrona y Februata, la japonesa KISI-BOGIN, la china KWAN-YIN, LAKSMI, la MADRE TIERRA de los indios pomo de California, LA DIOSA DE RÍOS Y MARES de varios panteones, NAGINI, NIMBA, la Diosa de los asirios y babilonios NINMACH, OGUN, OSHUN, PHEMBA, SHANGO, la árabe, asiria, siria, babilónica SIN, la DIOSA TIERRA de los indígenas de Benín, ex-Dahomey, TLAZOLTÉOTL, THOERIS, YEMOJA...,

(E - IV)2 - En otras regiones, las mujeres solicitaban a la Diosa el embarazo, en ritos orgiásticos en los que bailaban con cálatos / calatisco / calathiskos (canastilla de mimbre donde guardaban falos), en la cabeza alrededor del árbol o el pilar / columna / betilos / cipo, en Santuarios de los bosques sagrados de Diosas, o realizaban orgías sagradas con falos o con esculturas hermafroditas, o se bañaban en aguas de ríos o mares.

Se creía que la Diosa les concedería el embarazo con estos ritos, porque pensaban que en las copas de los árboles y sus frutos, así como las aguas de los ríos o mares y sus peces estarían impregnados con las "semillas de Vida" que se depositaban o quedaban flotando en los mismos en determinados momentos del año: uno de esos días era precisamente tras la constelación Virgo irse al ocaso y caer a tierra la lluvia de estrellas / polvo de estrellas / meteoritos de las Perseidas (por lo que se creería que dejarían en esos lugares su carga de almas inmortales, que penetrarían a la mujer al bañarse o al realizar orgías sagradas con falos, y la dejarían fecunda).

Algunas Diosas en cuyo honor se celebraban fiestas orgiásticas

ACHAMÁN, AFRODITA / VENUS, ALILAT / MENACH, AMATA, AMAITIS, ANAHITA, ANAT, ANJENU, ARTEMISA / DIANA, ASCHERAH, ASERA, ASHTART, ASTARTÉ, ASTHORET, ASTRONOE, ATAECINA, ATARGATIS, BAALAT, BAALTIS,, BENDIS, BONA DEA / MAYA, BRIGIT, CERES / DEMETER, CERIDWEN, CIBELES, CORA, COTITO, DAMIA, DANANN / ANNAN, DANU, DEMETER / CERES, DIVATA, EITHINOHA, ERAORANZAN, ERZULIE, ESTSANATLEHI, FLORA, FREYA, HAHAI-I WU-UTI, HANNAHANNA, HÉCATE, HERCINA, INANNA, ISHTAR / SALAMBÓ, ISIS, IXMUCANA, KADESH, KERRI, KRUMINA, LAKSMI, LUSIA, MILITTA, MA, MADRE DEL MAÍZ, MADRE PRIMIGENIA, MADRE TIERRA, MAGNA MATER, MARI, MILITTA, MITRA, NANA, NOMMOS, NU KUA, OLONAGUIR, PALAS ATENEA, RAMBHA, RHEA / REA, ROZANICY, SHANGO, SECOTH-BENETH / SOCHOTH-BENOTH / SUCOT BENOT, TANIT, TARABANGA, WALPURGA, WEKATANA, YEMANGIA...

(E - IV)3 - Mujeres griegas ofrecían tortas de miel a las Hadas Miras, en las grutas en las que habitaban, para que les concediesen la Fertilidad.

(E - IV)4 - Existieron otros ritos que fueron celebrados por mujeres de regiones griegas (como las Matronalias en las que las matronas danzaban) a principios de la primavera y del verano, para dar a luz, en coincidencia con ciertas posiciones de la constelación Cisne y en honor de la Diosa Juno Lucina "La que trae la Luz".

Estas ceremonias darían significado a la metáfora existente en occidente de que los niños los traían las cigüeñas. En el origen estaría la asociación de la Diosa Juno con las cigüeñas y con su personificación de la constelación Cisne, que ocupaba determinado lugar en el cielo, coincidiendo con la llegada de la primavera, en que las aves migratorias retornaban de su emigración anual.

Por lo que las fiestas de mujeres propiciarían la llegada de la primavera y asegurarían que las cigüeñas retornasen de sus emigraciones. Y con ellas el buen tiempo de la primavera, el período del florecimiento vegetal y humano: nacimiento de niños. Igual significación tienen las fiestas del país vasco llamadas "Emakunde" / "Andrakunde". Y las similares de Eslavonia celebradas en las calendas de primavera en honor de la Diosa Lada / Lado, en la que le ofrecían tortas en forma de cigüeñas para propiciar el nacimiento de bebés.

(E - IV)5 - También evidencia la creencia de que los varones no intervenían en la procreación, la conducta de las mujeres hindúes que imploraban numerosa prole en la ceremonia "Putche" / "Nagaputche" en honor de la Diosa Laksmi, llorando copiosamente (para propiciar el poder fecundador de la Diosa).

(E - IV)6 - Otra costumbre que testimonia la creencia de la falta de importancia del varón en la procreación y que manifiesta que sólo la mujer da la vida al nuevo ser, nos la da la existencia de la "covada", práctica difundida por todo el universo, desde época muy antigua. Consistía la covada en imitar los varones el parto y sus dolores: el esposo se acostaba en el lecho de su esposa como si estuviera enfermo tras ésta dar a Luz y era cuidado por ¡la esposa recién parida!

... es un eslabón más en la evolución de la familia matriarcal a la patriarcal. Este eslabón sería el reconocimiento de la paternidad. La paternidad, como institución social, no comenzó sobre la base de la relación sexual entre los hombres y las mujeres, sino como un juego de funciones maternales realizadas por el hombre para con el hijo de su esposa. Comienza, pues, como una relación social entre el marido de la mujer y los hijos de ésta...

Para Evelyn Reed supone un paso decisivo en la destrucción del sistema matriarcal... (Martínez, 1985).

(E - IV)7 - También corrobora la antiquísima creencia y existente de manera universal de que la concepción (se creía) no era fruto de la relación sexual, sino que eran los antepasados los que enviaban el germen al cuerpo de la madre y causaba el embarazo gracias a la Diosa, el exagerado culto a los muertos existente desde la Prehistoria.

Y que muestran las creencias sobre la inmortalidad del alma concebida como una reencarnación continua en la que los vivos provienen de los antepasados muertos. En palabras de Frazer "todos los vivientes están animados por las almas de los muertos."

Nuestros ancestros esperaban con el enterramiento de los muertos, en la casa o en el huerto cercano, lugares por excelencia de la madre de familia (de la Etxeloadre o Señora de la casa en el país vasco), porque se creía en el poder del muerto de convertirse en semilla de vida y encarnarse en los futuros bebé: los muertos convertidos en "semillas de vida humana" actuarían de la misma manera que la semilla que se transformarían en gérmenes de los descendientes y producirían la fecundación femenina, metáfora que corrobora la creencia en la irresponsabilidad masculina en la concepción y que la fecundación se creía que no provenía del varón ni del acto sexual.

Por lo que a los muertos los acompañaban esculturas representativa de la Diosa o sus tumbas eran presididas por estelas funerarias representativas de la Diosa. Con ello se esperaba que la Diosa propiciase la germinación del difunto, al igual que propiciaba el de las semillas: los antepasados eran enterrados para que germinaran como semillas de vida humana que resucitarían para encarnarse en sus descendientes (a imitación de la siembra de la semilla).

Incluso algunos pueblos consideraban a los huesos humanos como los huesos de las frutas, las semillas que germinarían en sus descendientes. De ahí la costumbre de descarnar a los difuntos y conservar los huesos en relicarios protegidos por la Diosa, ya que sólo ellos eran semillas que se encarnarían en el vientre de una nueva madre. Y que traduce los mitos extendidos de manera generalizada que creían que la fecundación humana se debía a un germen inmaterial de un antepasado que penetraba a la mujer. De la estela llamada ilargi en provincias vascas leemos: "... estelas funerarias denominadas sintomáticamente «ilargi» (= «luna»)..." " En su obra «Estelas funerarias del país Vasco» J. M. de Barandiarán ha puesto de manifiesto la importancia de los símbolos vitales estelares (luna, sol, lauburus, etc.), así como el sentido de la sepultura vasca situada originariamente en la huerta de la casa, la cual, como el posterior asiento o yarleku sepulcral de las Iglesias, está asociada a la Etxeloadre o Señora de la casa." (Ortiz-Osés, 1982: 58).

(F) - ALGUNOS MITOS EN LOS QUE LA DIVINIDAD MASCULINA SE APROPIA DE LA FACULTAD FEMENINA DE DAR A LUZ

En diversos pueblos, se llegaron a elaborar el mito de que, al principio estaba el ¡Padre!, de ahí los mitos en los que se atribuía la posibilidad de que Dioses varones diesen a luz, que evidencia que la Divinidad masculina se apropia de la función femenina de quedarse embarazada, para arrebatar la capacidad procreadora a la mujer.

De este modo, pero sólo de este modo, afirma Aristóteles que el espíritu o razón (nous) es vida (dsoe), arrebatando así a la Gran Madre su inherente atributo de Donadora y Paridora de vida (Diosa Madre, Diosa Luna, etc.). (Mayr, 1989: 56).

... el mismo Tomás entiende la generación divina como una activa relación padre-hijo, en la que la maternidad como potencia pasiva femenina nada tiene que hacer...

La concepción de Tomás es bien antifemenina, aunque en verdad se corresponde con la mentalidad patriarcal clásica (Aristóteles), de acuerdo con la cual «corresponde al padre dar la naturaleza y la especie a la prole...

Las consecuencias de este planteamiento simbólico son, obviamente, psicosociales: una tal religión patriarcal influirá en la jerarquización y el derecho eclesiásticos, que reprimirán la imago del Espíritu Santo y lo que simboliza: ... la religión matriarcal. (Mayr, 1989: 746).

El que la Divinidad masculina de a luz, evidencia que es un mito inventado por intereses políticos que la religión favorece para justificar y legitimar la patrilinealidad en contra de las leyes sucesorias del matriarcado (de igual manera que los que justifican el incesto). En estos casos se promueven tales modelos para legitimar la patrilinealidad y para legitimar la herencia a un usurpador varón de un poder o una herencia que se transmite por vía matrilineal. E implica la eliminación del Principio femenino en el panteón, para arrebatarle el poder también a la mujer en la sociedad.

Podría ser explicado el mito del embarazo masculino por la que se atribuye al varón este poder como una manera de asumir la paternidad y tratar a los descendientes como si lo hubieran parido (covada); para explicitar que el varón cumple su papel como si fuera una mujer y para justificar la atribución por parte del patriarcado de la capacidad masculina de crear vida, en contra de los usos sucesorios del matriarcado y para legitimar la patrilinealidad.

... toma la única vía que vía que tienen abierta: negar la intervención de la Gran Madre en el misterio del nacimiento. Contamos con ejemplos en los que el varón es quien lleva al niño en su seno. Zeus da a luz a Atenea pariéndola por la cabeza, y a Dionisio por el muslo. Los indios americanos también recurren a esta treta y en el mito hindú nos encontramos con los ayonija, es decir, con aquellos seres nacidos sin gestación uterina. (Rutherford, 1994: 59).

F1- Un mito griego narra que Urano engendró a su descendiente Urania (Diosa Urania de la Procreación / Generación) sin madre: por partenogénesis, mito que encarna el nuevo espíritu del patriarcado.

F2- Otro mito griego considera que Zeus dio a Luz por la cabeza a la Diosa Atenea, tras matar a la Madre, su esposa la Diosa Metis "Consejo" embarazada de Atenea y devorarla [Zeus mata y devora / se apropia del ejercicio del gobierno y el consejo (krateo = yo gobierno, crata = cabeza, cratis = poderoso, kratos = poder...]. (Curiosamente existe en Costa Rica una esculturita de los diquis representando a la Dualidad Divina femenina en forma de tortuga bicéfala dando a luz por la cabeza).

F3- En otro mito griego se narra que Zeus da la vida a Dionisio / Baco por su costilla, tras arrancar el feto del Seno embarazado de la Diosa Semela muerta, víctima de su esplendor e insertársela en su costado. Por lo que Dionisio salió de una costilla masculina.

F4- Un mito escita del pueblo de los Nartos, narra que la Diosa de las Aguas, una Mujer-Rana murió estando embarazada y antes transfirió el embrión de su bebé al cuerpo de su esposo. Después su hermana Satana abrió el absceso a su cuñado y lo convirtió en Padre que da a luz a su hijo Batraz.

Idéntica metáfora encierra el mito de la Diosa Acirüxs / Acyrüxs adorada por escitas, cuyo disfraz era la tortuga y transmitió a su esposo el germen de su hijo, por lo que nació de varón.

F5- Un mito japonés defiende que la vida surge a partir de una parte del propio cuerpo del Dios Izanagi: de sus ojos y nariz surgieron las Divinidades y de un soplo la Diosa Shina-Tu-Be.

F6- También existen mitos que narran que una Divinidad masculina da la vida tras contactar con algún elemento natural: como narra el mito hindú de Nazayana que dio a la vida a la Diosa Apsara Urvasi, tras contactar su muslo con una flor.

CONCLUSIÓN

A la vista de estos testimonios, se muestra que hubo una época en que existió una sociedad matriarcal en cuyo panteón el Principio femenino tenía el lugar de honor, y que fue desbancada por el Principio masculino que se apropió de sus funciones y atributos, a la vez que los varones arrebataban el poder a la mujer en la sociedad.

Dado que es un conocimiento que permanece desconocido, ya va siendo hora de que salga a la luz, ya que muestra que el estado de subordinación que sufrimos las mujeres en nuestra civilización occidental no es irreversible. Y para que al conocerlo no sea una huida al pasado, sino sea una búsqueda en el fondo del espejo que nos haga fijar la vista en el futuro y nos ayude a reconquistar el papel que ya jugamos al principio de los tiempos, para evitar la todavía exclusión y marginalidad femenina. Y así contribuir a erradicar los estereotipos dañinos en contra de los valores de nuestro propio género femenino, que han otorgado demasiados privilegios a los varones y de los que se siguen beneficiando cientos de millones de habitantes del mundo.

Su conocimiento abrirá caminos nuevos a las mujeres de las nuevas generaciones, para que consigan mayores cotas de igualdad con los varones. Como dice la doctora Gimbutas en su libro The Languaje of the Goddess: "El conocimiento de un pasado adorando a una Diosa puede guiar al mundo hacia la igualdad de sexos y a un futuro no violento y «centrado en la tierra»." según cita de (Macgraw, 198?: 78).

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