Pedro Urdemales

Pedro Urdemales
Pedro Urdemales es un personaje de la mitología popular de Latinoamérica -especialmente Chile- que tipifica al pícaro, pillo o burlador de carácter campestre.


Pedro de Urdemalas
El origen de este personaje está en las leyendas medievales españolas. La referencia más antigua documentada la encontramos a fines del siglo XII en un documento aragonés, en el cual se menciona un paraje llamado “campus de Pedro de Urdemalas.”

La primera mención literaria se localiza en el Libro del paso honroso de Suero de Quiñones, escrito hacia 1440. Poco después encontramos referencias al personaje en autores teatrales, donde se convierte en prototipo de rufián en pasos y entremeses. Así, Pedro de Urdemalas figura en obras de Juan del Encina, Lucas Fernández, Lope de Rueda y Juan de Timoneda.

Más tarde, en la literatura escrita en el siglo XVI, aparece en La Lozana Andaluza (Venecia, 1528) y en el Viaje de Turquía atribuido a Cristóbal de Villalón (1588). Posteriormente, figura principalmente en una de las Ocho Comedias de Miguel de Cervantes, la "Comedia famosa de Pedro de Urdemalas" (Madrid, 1615). Otro testimonio literario lo encontramos en la obra de Alonso Jerónimo de Salas Barbadillo, que publicó "El sutil cordobés Pedro de Urdemalas" (Madrid, 1620).

Un punto interesante es que Pedro de Urdemalas parece haber desaparecido de la conciencia popular iberica moderna como personaje folclórico, mientras ha perdurado como Pedro Urdemales en América Latina y en especial en Chile.

Su aparición en América [editar]Pedro de Urdemalas posiblemente llegó a América en el bagaje cultural de aquellos que confiaban más en el poder del ingenio que en la fuerza de las armas.

Los primeros registros oficiales de Pedro Urdemales en América y su cambio de nombre aparecen en Chile en la "Historia de Pedro Urdemales" (Yungay 1885), de acuerdo al cual nació -en la noche del 23 de junio de 1801- en "una choza situada en la ribera izquierda del caudaloso Maule". Presumiblemente esa publicación reflejó no solo la existencia de una tradición oral sino también un interés más general en sus aventuras (y no necesariamente solo literario.- ver Zaldivar) Según la historia, murió bastante joven y de vergüenza porque una sabia anciana lo engañó. Pero una versión alternativa posterior sugiere que a pesar de ello, luego se recupero y engaño a la misma muerte, y todavía anda por este mundo haciendo de las suyas; y ya no lo dejan entrar ni al cielo ni al infierno, porque todos temen sus pillerías y no quieren ser engañados.

El personaje de Pedro Urdemales dejó sus rastros en las leyendas populares no solo de Chile, sino también Argentina, Guatemala, Puerto Rico, Honduras, Nicaragua, México e incluso Tejas y el Nuevo México de EEUU (Barros) Acompañando a esta extension territorial se ven algunas variaciones en el personaje. En Brasil es conocido como Pedro Malasartes. Es Pedro Rimales en Venezuela; Perú Rimá en Paraguay y en Argentina Pedro Urdimal o Pedro Ordiman en especial en el Valle Traslasierra en la Provincia de Còrdoba.

Su personalidad [editar]Se puede alegar que este personaje heredó de su antecesor de Urdemalas un carácter mutable (ver Estévez): Caballero o peón, cura o mujer, es cualquiera y a cualquiera entiende. No esta fuera de lugar en ninguna parte y en todas sabe portarse. No hay oficio que no practique o herramienta que no domine. Conoce a miles. Hace fortunas. El mundo entero esta para su provecho. Y sin embargo, nunca tiene nada, carece de amigos, familia o cualquier arraigo humano. Conoce a todos pero nadie lo reconoce: por un lado estafador común y corriente, por la otra esencia de los humanos, que viven y sobreviven gracias al ingenio, es cualquiera y está en cualquier parte, siempre invirtiendo verdades aparentes y "re-velando" obscuridades: su aparente debilidad es el poder que hace débiles a los poderosos; incluso frente a el Mandinga (el diablo), en que la tradición popular cuenta que ha sido capáz de engañar en más de una ocasión.

Posiblemente es por esa mutabilidad que hacia el sur del continente —por ejemplo Chile— Pedro Urdemales es caracterizado como un personaje que principalmente busca satisfacer sus necesidades y deseos sin consideración alguna por otros. Más hacia el norte —por ejemplo: Guatemala, especialmente las leyendas de Zacapa— se percibe como héroe popular que embauca a los ricos y poderosos para ayudar a los pobres.

Laval sugiere que sus famosas pillerías son más bien simplezas. Cierto, pero la ingeniosidad de Pedro no consiste en inventar tramas complejas sino en entender lo que motiva a otros. Como todo burlador sabe, no es la complejidad del truco sino el deseo por la ganancia fácil y sacar provecho de otros lo que embauca a los ambiciosos y a los venales. Y fue la obediencia al padre lo que atrapo a las hijas del caballero que pidió a Pedro fuera a traer las palas. A lo más "simple" que el burlador aparezca, lo más fácil que la víctima le crea. Eso es su ejemplo y su advertencia: que lo mismo que se consideran virtudes y fuentes de fortaleza —desde amor a desprecio, abnegación y ambición— pueden ser usadas contra sus poseedores.

Cualquiera sea su aspecto o apariencia, este Pedro es una reencarnación del pícaro universal, uno de los engañadores o burladores de cuentos y mitos ; un equivalente a personajes tales como Loki, Renart o Renard el zorro, Robin Goodfellow, Jack-o'-lantern, etc. Más localmente, similar a uno de los aspectos del Tezcatlipoca azteca (Huehuecóyotl) quién era sembrador de discordias y confusiones y el Cuniraya Huiracocha de los Incas quién anda por el mundo engañando a huacas (dioses) y hombres.

A nivel más general, varios antropologistas -notablemente Lévi-Strauss- han remarcado en la generalidad de la presencia del 'coyote' y/o el "cuervo", caracterizados como burladores en muchas sociedades indígenas precolombinas. etc. Estos burladores por siempre subvierten el orden social establecido y respetable, encontrando un deleite especial en mofarse de los poderosos, pero creando caos indiscriminadamente y reciprocando con malechuras incluso a quienes los tratan con decencia.

Estos personajes son entendibles quizás como expresión de crítica social, rebeldía o resistencia popular; creando un espacio para verdades no fácilmente acomodables en sistemas sociales, especialmente si esos implican valores o estratificaciones demasiado rígidos o desigualdades excesivas, sugiriendo al mismo tiempo que el ingenio humano es el instrumento fundamental no solo de supervivencia y éxito, pero incluso, en ocasiones, de cambio social (ver, por ejemplo, Contreras). O quizás sea que su carácter mutable se debe a que, como Lévi-Strauss afirmo en el Estudio estructural de los mitos, el burlador es un mediador (entre opuestos culturales), lo que explicaría que —en la medida que contiene elementos de esos valores opuestos— posea un carácter ambiguo pero necesario para su función de resolver ese conflicto cultural (ver, por ejemplo, Morgante). Pero quizás reflejen aspectos humanos más profundos, intrínsecos a la psiquis, tales como los que Jung busco representar con su noción del arquetipo.

Su presencia en la cultura contemporánea [editar]Basta con hacer una búsqueda en —por ejemplo— Google para descubrir que Pedro Urdemales todavía está presente en la realidad cultural latinoamericana: desde comentarios (generalmente poco amables) en periódicos o en Internet relativos a sucesos y personas a libros de sus aventuras como ayuda para aprender el castellano en EE.UU., pasando por artículos y ensayos en revistas o libros de estudiosos, obras de teatro y canciones de autores folclóricos (por ejemplo, Violeta Parra).

Quizás más interesante es su aparente incorporación a la vida contemporánea. Ejemplo de esta transfiguración es su aparición en un "comic" o "historieta" del Universo CS; creado en Chile por CS Media. Queda por ver que cambios a su manera de ser traerá esta evolución. Para empezar —y quizás no sea coincidencia— "El Centro" (periódico chileno) reportó que un grupo de vecinos de San Clemente (la localidad en que se supone que nació) ha solicitado que se lo declare Hijo Ilustre

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