MERAUD GUINNESS GUEVARA,


MERAUD GUINNESS GUEVARA, ma mère", Alladine Guevara.
ed. Rocher, Monaco, feb.2007
col. Esprits libres
2007
309 pags
21 x 14 cm
ISBN : 978-2-268-06097-2
Resumen: La autora retrata su saga familiar de banqueros irlandes y aristócratas en la que creció su madre, Meraud Guinness, que muy pronto rechazó esa vida de lujo prefiriendo la compañía de pintores y escritores. Entre sus amigos estaban Jean Cocteau, Blaise Cendrars, Marcel Duchamp, Francis Picabia, etc. Se casó con el pintor chileno Alvaro Guevara, a quien dejó por otro pintor, y a quien su hija, Alladine, le fué retirada.


"Nacida en 1904 en Londres, Meraud Guinness recibió todos los dones: fortuna, belleza y talento, pero rechazó la vida mundana y el rigor victoriano de su educación y eligió consagrarse a la pintura. Su destino como artista le llevó a relacionarse entre otros con Jean Cocteau, Blaise Cendrars, Marcel Duchamp, Peggy Guggenheim, Gertrude Stein, Jean Dubuffet, Lucian Freud y Francis Picabia, que la convierte en su "pequeña alumna". Tras varias exposiciones en Nueva York, Londres y Paris, se casó con el pintor chileno Alvaro Guevara. Cuando Meraud abandonó a su marido por otro pintor, Alladine, su hija de cinco años, le fué retirada por el padre de Meraud, el banquero Benjamin Guinness, y confiada a Lady Eden, la belle-soeur de Anthony Eden. Alladine no volvió a encontrarse con sus padres hasta diez años después. Meraud, desheredada por su padre, vivía en Aix-en-Provence, en una mansión sin agua ni electricidad, donde ella recibía a sus numerosos amigos. Preguntada en la radio por uno de ellos -el escritor Charles-Albert Cingria-, Meraud expicó: "La conversación de Cingria era tan brillante que tenía la impresión de que de su boca caían joyas y que todas esas joyas caían sobre la modesta mesa de pino y se desparramaban por el suelo de la cocina y por todas partes, y me consideraba la mujer más rica del mundo porque ¿quién más podía pagarse un lujo así?". Mientras Meraud vivía una vida de bohemia, su hermano, Loel Guinness, recibía en su yate y en sus numerosas propiedades otro tipo de visitas: los Kennedy, Windsor, Churchill, Onassis, Niarchos, y Yul Bryner, sin olvidar al comandante Cousteau. Habiendo efectuado constantes idas y venidas entre estos dos mundos, Alladine retrata con emoción y humor el torbellino mundano y artístico de mediados del siglo XX y hace revivir una sociedad revuelta."
(Texto de la contraportada del libro. Traducción M.G.Bravo)

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